sábado, marzo 24, 2007

Me-Dios-fera, ética e Internet. El impacto del portal www.es.catholic.net, sus comunidades y redes virtuales de evangelización.


Jorge Alberto Hidalgo Toledo*


Introducción
La tradición judeocristiana se desarrolló y perduró a lo largo de la historia por la naturaleza esperanzadora del mensaje y los recursos empleados por los profetas para comunicar la palabra divina (guardar el conocimiento sagrado en los libros). El mismo Cristianismo nace con la tradición heredada del pueblo judío y renueva la ley escrita y oral a través del mensaje de salvación -basado en la novedad de los contenidos (amor, justicia, caridad y solidaridad)- comunicados por Jesucristo.
Jesús, el gran comunicador, es para la Iglesia Católica, el testimonio y modelo fiel de virtudes y valores de la acción comunicativa. San Pedro y San Pablo, siguiendo este modelo, desarrollaron estrategias de predicación, sentando las bases de la evangelización, la pedagogía, la ética y el uso de los medios masivos de comunicación.
El nacimiento de la imprenta en 1456, en sí mismo está sellado con la impresión de las Sagradas Escrituras. Una de las primeras estaciones de radio de impacto mundial fue implementada por Radio Vaticano en colaboración con Guillermo Marconi (1931). Ante el surgimiento del cine y percibiendo su capacidad para promover contenidos positivos y evangelizadores, el 30 de enero de 1948 se funda La Comisión Pontificia para el Estudio y Evaluación Eclesiástica, Moral y Religiosa de las Películas (misma que cambiaría de nombre en 1952 a Comisión Pontificia para la Cinematografía; en 1954 a Comisión Pontificia para la Cinematografía, la Radio y la Televisión; y en 1964 a Pontificio Consejo para las Comunicaciones Sociales)
El Sumo Pontífice Pío XII, publicó por esos años –para ser exacto el 8 de septiembre de 1957- la Carta Encíclica Miranda Prorsus, dedicada al cine, la radio y la televisión. Este documento eclesial desencadenó la aparición de Cartas apostólicas como la Boni Pastoris (1959), la Inter Mirifica (1963), la Evangelii Nuntiandi (1975), la Effatà, Abrete (1990), la Redemptoris Missio (1990), El borde del manto (1992) y el 21 de febrero de 2005, poco antes de la muerte de Su Santidad Juan Pablo II, la carta apostólica El rápido desarrollo; todas ellas dedicadas a reflexionar sobre el lugar que deben ocupar los medios de comunicación en la vida social y qué tipo de diálogo debe establecer con ellos la religión.
Como parte de este antecedente, también tenemos que el 7 de mayo de 1967 se celebró por primera ocasión la Jornada Mundial de las Comunicaciones Sociales dirigida por SS. Paulo VI marcando el sentido evangelizador que tendrán los medios de comunicación en la preparación del Tercer Milenio. Particularmente el pontificado de Juan Pablo II estuvo marcado por su genio mediático. El Pontífice logró establecer la conexión entre misticismo y medios de comunicación. Cada mensaje suyo era una invitación a vivir la espiritualidad de la comunicación para que cada hombre entablara un diálogo de amor con Dios.
Significativo resultó, para el mundo entero, que uno de los primeros pronunciamientos públicos del Papa Benedicto XVI fuera dirigido a los representantes de los medios. Dicho interés de la Iglesia por la comunicación social pone de manifiesto el gran esfuerzo que han hecho por definir, a lo largo de dos mil años, lo que han denominado Teología de la comunicación.

La Nueva Evangelización y el interés de la Iglesia por Internet
En los últimos años, particularmente, desde la conformación del Pontificio Consejo para las Comunicaciones Sociales (PCCS) (1948), la publicación de la Miranda Prorsus (1957) y el Concilio Vaticano II (1962-1965), la Iglesia se replanteó la manera en que los medios están permitiendo decodificar y comprender la realidad.
La divinización mediática, la desacralización de la existencia, la secularización y la idolatría fueron las primeras preocupaciones manifiestas de la Iglesia, mismas que se intensificaron cuando los medios empezaron a transmitir mensajes negativos que atentaban contra la dignidad del hombre, la familia, los niños y los jóvenes; cuando los subjetivismos derivaron en relativismos éticos; y los pluralismos “democráticos” se convirtieron en individualismos tendientes a la homogeneización de la cultura.
Con esta preocupación en mente, el PCCS solicitó con la publicación de la Carta Pastoral Communio Et Progressio (1971), a las distintas Conferencias Episcopales, la elaboración de un estudio meticuloso de la situación mediática de cada continente y construir con ello un programa pastoral; América Latina fue la primera en responder y diseñar acciones concretas de trabajo. Su labor inició en 1972. A lo largo de estos años de experiencia pastoral la Iglesia Católica publicó importantes documentos eclesiales como: Pornografía y violencia en las comunicaciones sociales: una respuesta pastoral (1980); Sobre la Pornografía y la violencia (1989); Criterios de colaboración ecuménica e interreligiosa en las comunicaciones sociales (1989); y Aetatis Novae. Sobre las comunicaciones sociales (1992).
Ante el progreso tecnológico que está transformando la faz de la tierra, la llegada de las telecomunicaciones y de los sistemas de participación informática, Juan Pablo II reconoce que la Iglesia tiene más facilidades para dar a conocer al mundo sus creencias y explicar sus posturas ante cualquier acontecimiento.
“La cuestión que hoy se plantea para la Iglesia ya no es la de saber si el hombre de la calle todavía puede percibir un mensaje religioso, sino la de encontrar los mejores lenguajes de comunicación que le permitan dar todo su impacto al mensaje evangélico” (Juan Pablo II, 1989).
Esta necesidad de diálogo con el mundo fue lo que permitió la creación, a inicios de la década de los noventa, de la Red Informática de la Iglesia en América Latina (RIIAL) coordinada por el Consejo Episcopal Latinoamericano (CELAM) y el PCCS. La Nueva Evangelización emprendida por estos organismos supone el uso de la informática y los medios de comunicación para ofrecer a la comunidad hispanoamericana espacios de formación, crecimiento personal, desarrollo cultural y vivencia práctica de la fe. El plan de acción de la Iglesia latinoamericana se ha centrado en la creación de redes de colaboración de tipo interdisciplinario. Esta eclesiología de comunión plantea combatir con responsabilidad, orientando a los profesionales de la comunicación y a los públicos a ser más críticos y éticos en su manera de acceder a la información.
La nueva evangelización no sólo se ha preocupado por combatir el mal uso que se le da a las tecnologías de información, también ha contribuido a contrarrestar la brecha tecnológica, la pobreza, la ignorancia, la cultura de la muerte y el consumismo que tanto afectan a la dignidad de la persona.
Ahora bien, ¿qué nivel de presencia ha logrado la Iglesia con este trabajo evangélico en la red? La segunda semana de julio de 2005, el buscador Google reportaba la existencia de 23,800,000 sitios que hablan del catolicismo a nivel mundial, 220,000 se ubican en Hispanoamérica y 30,900 en México. El mismo buscador localizó a nivel mundial: 105,000 sitios declaradamente católicos, 101,000 de habla hispana y 4,380 ubicados en México; y 19,900 Portales católicos a nivel mundial, 18,600 en Hispanoamérica y 723 en México. (Cuadro 1)Como referente comparativo habría que decir que a nivel mundial existen 87 millones de páginas que hablan sobre religión; 69,400,000 tratan del cristianismo; 23,800,000 dedicadas al catolicismo; 24,300,000 al Islam; y 1,280,200 al satanismo.
Cuadro 1

Catholic.net, el lugar de encuentro de los católicos en la red
En 1995, James Mullholland funda Catholic.net, el primer portal católico de la red, ofreciendo un acceso directo a los principales servicios informativos, documentos de la Iglesia, bibliotecas, directorios de diócesis y movimientos religiosos. En el año 2000, uniendo esfuerzos con la Agencia de Noticias Zenit, la RIIAL, los sitios católicos más reconocidos de habla hispana y las principales instituciones de la Iglesia Católica se funda http://www.es.catholic.net/, la representación de Catholic.net que habrá de operar para toda Hispanoamérica.
En voz de su Directora, la Sra. Lucrecia Rego de Planas: “Catholic.net ha logrado constituirse como el espíritu en la red al unir los esfuerzos evangelizadores de todos los carismas de la Iglesia y servir como punto de referencia doctrinal y moral con una plena fidelidad al Magisterio de la Iglesia y al Papa”.
De esta manera, Catholic.net responde a la misión de “impulsar a los hombres y mujeres a ser conscientes de su dignidad, a comprender los pensamientos y sentimientos de los demás, a cultivar un sentido de responsabilidad mutua, y a crecer en la libertad personal, en el respeto a la libertad de los demás y en la capacidad de diálogo” (Foley, 2000)
A finales de mayo de 2000, a un mes de su lanzamiento mundial, Catholic.net reportó un total de 217 usuarios registrados. En la misma fecha, al año siguiente, contaba con 70,947 visitas mensuales. Cuatro años después, en mayo de 2005, logró la cantidad de 2,522,509 visitantes mensuales. (Cuadro 2)
Cuadro 2
La guía oficial de los 50 sitios católicos más importantes de www.catholicrankings.com, coloca a Catholic.net en el sitio 8. Sitios de monitoreo de tráfico como http://www.alexa.com/ lo colocan entre los principales 9 mil sitios de la red. El portal http://www.deprensa.com/ la considera entre las 500 mejores fuentes de información.
Según el reporte estadístico ofrecido por el Director de la División de Ingeniería, Julio Cumplido, Catholic.net reportó en el mes de mayo de 2005, 15,776,421 páginas vistas; en promedio cada usuario recorre 6.2 páginas, dedicando para ello, 13.14 minutos. El 47 por ciento de sus visitantes son hombres y el otro 53 por ciento son mujeres. La especificidad por rangos de edad se puede apreciar en el Cuadro 3.
Cuadro 3
Lejos del carácter meramente religioso de sus usuarios, el tipo de visitantes de Catholic.net tiene el siguiente perfil: 52 por ciento son Laicos comprometidos; 19 por ciento son Laicos de Misa de domingo; 11 por ciento son Católicos no practicantes; 7 por ciento son Sacerdotes; 5 por ciento son Religiosos o Agentes de vida consagrada; 4 por ciento pertenecen a Otra religión; y 3 por ciento son Cristianos no católicos.
Del nivel académico de los visitantes se puede afirmar que: 38 por ciento cuenta con título universitario; 20 por ciento posgrado; 20 por ciento está estudiando la universidad; 16 por ciento bachillerato; y 5 por ciento ha cursado estudios básicos.
Todos estos usuarios se encuentran repartidos en el mundo; sin embargo, su gran mayoría provienen de: México, Estados Unidos de Norteamérica, España, Argentina, Perú, Venezuela, Colombia, Paraguay, Guatemala, Honduras y El Salvador.
El tipo de conexión con que cuentan los visitantes para navegar es: 37 por ciento por Módem casero; 35 por ciento por Banda Ancha (DSL de 256 Kbps a 2 MB); y 10 por ciento por Banda Ancha tipo T1- E1.
¿A qué podremos atribuir su éxito? ¿Será acaso a sus servicios, sus contenidos, sus modos de interacción? o simplemente porque, como dice Juan Pablo II “está ayudando a quienes están buscando Dios” (Juan Pablo II, 1999)

El espíritu en la red
Son muchos los factores que intervienen en el despunte de Catholic.net; sin embargo, numéricamente se le puede atribuir a su gran base documental 24,350 artículos (al mes de mayo) distribuidos en 13 secciones (La Iglesia hoy; Cristología; Mariología; Turismo religioso; Si.catholic.net; Celebraciones; Santoral; Sectas, apologética y conversos; Ecumenismo y diálogo interreligioso; Aprende a orar; Conoce tu fe; Tema controvertido; Sexualidad y bioética); 18 comunidades (Comunicadores; Abogados; Mujer; Familia y vida; Estudiosos del Derecho Canónico; Escritores actuales; Sacerdotes; Empresarios católicos; Niños NET; Psicólogos, Religiosas; Jóvenes; Laicos y Asociaciones de fieles; Misioneros; Hispanos católicos en Estados Unidos; Catequistas y Evangelizadores; Educadores católicos; y Vocaciones); y 717 alianzas con otros sitios católicos. (Cuadro 4)
Cuadro 4
Hoy día cuenta con 818,734 suscriptores a sus listas de correos que van desde la Newletter (536,395), el Evangelio diario (28,009), la Meditación diaria (28,501), la Homilía dominical (23,965), el Santo del día (23,532), Vocaciones (12,985), Religiosas (8,689), Empresarios (5,399) y Educadores (2,359). Sin contar sus otros servicios de boletines (algunos de ellos muy recientes): Bioética, Buenas Noticias, Catequistas y Evangelizadores, Comunicadores, Abogados y Psicólogos, Familia y vida y Jóvenes.
Sus servicios más consultados son: los foros de discusión, la red de oración, búsquedas en el santoral, historias animadas en flash, oraciones para sacerdotes, descargas de papel tapiz, encuestas, consultas en línea a la Biblia y el Catecismo de la Iglesia Católica, laúdes y trivias. Ha sido tal el éxito de Catholic.net que ya se encuentra disponible en 6 idiomas: español, inglés, francés, italiano, alemán, esloveno y se está trabajando en la versión en portugués.
El personal operativo es de 9 personas de planta; mientras que en línea, cuenta con un equipo de 245 consultores voluntarios que responden vía correo electrónico todas las dudas de los visitantes divididas en 19 categorías; 1,200 escritores y asesores voluntarios que redactan los contenidos del portal y 86 moderadores voluntarios de sus 22 foros de opinión.
Catholic.net ha logrado dotar de un lenguaje a la comunidad de personas a la que hoy cobija y que esperan encontrar en el mensaje evangélico algo que dote de sentido su existencia.
Pues como afirma Mons. Guiseppe Casale, Presidente de la Comisión Episcopal para las Comunicaciones Sociales: “Este servicio se concreta en una atención particular a las generaciones jóvenes. Sus demandas deben encontrar respuestas verdaderas porque en el Evangelio hay energías para el presente y el futuro. Desde este punto de vista, un uso prudente y valioso de los medios de comunicación social es una condición indispensable. Cada paso en potenciar la comunicación en la sociedad debería ser una preciosa ayuda para el mejoramiento de la humanidad y un hecho que trabaja a favor de la Iglesia cuya misión es justamente comunicar” (Casale, 1985).

La apuesta por la construcción de la Me-Dios-Fera
La Iglesia Católica a través de medios como Catholic.net, ha advertido que las nuevas tecnologías de información son “vitales para la formación tanto de agentes pastorales como para la educación de una madura responsabilidad de los usuarios y destinatarios de los medios” (Juan Pablo II, 2005). De ahí que uno de sus grandes desafíos sea como planteaba Juan Pablo II, “unificar la humanidad transformándola en una aldea global” (Redemptoris Missio, 1990).
Esta visión unificadora la ha tratado de llevar a la práctica Catholic.net al dejar de ser el parque del barrio para convertirse en la plaza pública digital de la Me-Dios-fera; este gran universo mediático en el que se han convertido sus comunidades virtuales.
Las comunidades virtuales son la apuesta del futuro de Catholic.net; en ellas, los usuarios pueden intercambiar ideas, documentos, archivos de audio y video. Por ejemplo, en la Comunidad de Comunicadores Católicos, los miembros cuentan con una de las bases documentales más amplias sobre documentos de la Iglesia Católica relacionados con la comunicación social; mensualmente reciben el boletín informativo que les actualiza técnica y teóricamente; les ofrece categorías especializadas donde encontrarán vínculos a las principales estaciones de radio, televisoras, editoriales, revistas, sitios y portales católicos; así como servicios de livestreaming y audio on demand de los contenidos desarrollados por la estación de radio de Catholic.net, Guadaluperadio.com.
Entre los principales valores agregados que ofrece la comunidad están los consultorios en línea, los foros de discusión, las guías de medios, la cartelera de eventos y el directorio de miembros distinguidos.
Para dimensionar el tipo de usuario que está suscrito a la comunidad vale la pena revisar el Cuadro 5. En él se hace patente que el porcentaje más alto de comunicadores se encuentra trabajando en la misma Internet. Un grupo mayoritario se desempeñan como músicos, comunicadores organizacionales y como colaboradores en las áreas de radio y televisión. El medio en el que trabajan es: en un 39 por ciento propio; 25 por ciento de una empresa privada; 18 por ciento de la Iglesia; 7 por ciento del estado; y 4 por ciento de una Fundación.
Cuadro 5
La clave del trabajo de las comunidades de Catholic.net ha estado en: a) la fidelidad de sus contenidos al Magisterio de la Iglesia; b) invertir tiempo y recursos en mejorar su infraestructura para poder dar un servicio rápido e instantáneo a los usuarios; c) incrementar las ofertas de servicios públicos y contenidos especializados que posibiliten mayor participación e interacción entre sus miembros; d) proveerle a los visitantes contenidos y servicios que no existan en su localidad; e) el poder conformar redes virtuales de PERSONAS (especialistas) en la materia que desean discutir académicamente; f) el realizar proyectos colaborativos desarrollados por los mismos miembros de la comunidad (ebooks); g) generando códigos de ética en línea que después podrán aplicar en los medios físicos en los que participan; h) formando equipos virtuales de trabajo para realizar acciones sociales y apostolados en medios; i) constituyendo institutos virtuales que les ofrezcan capacitación y formación en línea; j) organizando clubes de debate, talleres, seminarios y congresos virtuales en línea.
Este poder ser el punto de reunión de todos los interesados en áreas específicos sin tener la limitante del tiempo y el espacio y sabiendo que lo que le da la fuerza no es la tecnología sino su gente es el gran valor agregado que da sentido a las herramientas desarrollada por Catholic.net.

Conclusiones
Internet es, como bien señala Juan Pablo II: “un nuevo foro, entendido en el antiguo sentido romano de lugar público donde se trataba de política y negocios, se cumplían los deberes religiosos, se desarrollaba gran parte de la vida social de la ciudad y se manifestaba lo mejor y lo peor de la naturaleza humana. Internet ofrece amplios conocimientos, pero no enseña valores; y cuando se descuidan los valores, se degrada nuestra misma humanidad, y el hombre con facilidad pierde de vista su dignidad trascendente” (Juan Pablo II, 2002).
Catholic.net busca impulsar con su trabajo ese sentido trascendente que puede revestir a los medios de comunicación. Por ello, busca cultivar la sabiduría que permita al usuario distinguir entre lo correcto y lo incorrecto y sostener la escala de valores que surja de esa diferencia. Esta guía ética es parte de la gran revolución moral que pretende la Iglesia Católica impulsar en Internet. Este motor habrá de promover una globalización solidaria, que centre el desarrollo de las naciones en el bien común, la práctica de la justicia, la búsqueda de la verdad, el diálogo y la comunicación de la esperanza.
El trabajo de Evangelización en Internet ha implicado para la Iglesia Católica y Catholic.net un gran esfuerzo; impulsar el bien, el diálogo, la participación, la solidaridad, la paz y la caridad, no es cosa fácil en medio de tanto relativismo, individualismo y atentado contra la dignidad del hombre. Hacer que en esta galaxia de imágenes, datos y sonidos se vea el rostro de Cristo y se escuche su voz es lo que impulsa a los millones de usuarios de Catholic.net a vivir la aventura de adentrarse en la Me-Dios-fera y penetrar en lo más profundo del corazón humano y por ende, del camino del bien, que siempre dotará de sentido trascendente a la comunicación.

Referencias:
http://www.alexa.com/
www.deprensa.com
http://es.catholic.net/
http://www.catholicrankings.com/
http://www.riial.org/
http://www.vatican.va/roman_curia/pontifical_councils/pccs/index_sp.htm
Baran, S. e Hidalgo Toledo, J. A. (2005). Comunicación masiva en Hispanoamérica. Cultura y literatura mediática. México: McGraw Hill.
Casales, G. (1985). El deber pastoral de las comunicaciones sociales. Nota de la Comisión Episcopal para las comunicaciones Sociales. Recuperado el 18 de julio de 2005, de: http://es.catholic.net/comunicadorescatolicos/727/1644/articulo.php?id=14412.
Concilio Ecuménico Vaticano II. (1963). Inter Mirifica. Recuperado el 18 de julio de 2005, de: http://www.es.catholic.net/biblioteca/libro.phtml?consecutivo=191&capitulo=2159.
Foley, J. (2000). Ética en las comunicaciones sociales. Recuperado el 18 de julio de 2005, de: http://www.es.catholic.net/biblioteca/libro.phtml?consecutivo=191&capitulo=2173.
Juan Pablo II. Mensaje para la XXIII Jornada Mundial de las Comunicaciones Sociales (1989). Recuperado el 21 de julio de 2005, de: http://es.catholic.net/comunicadorescatolicos/576/2259/articulo.php?id=14160
-----------------Redemptoris Missio (1990). Recuperado el 21 de julio de 2005, de: http://www.es.catholic.net/biblioteca/libro.phtml?consecutivo=191&capitulo=2221.
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-------------------Mensaje para la XXXIII Jornada Mundial de las Comunicaciones Sociales (1999). Recuperado el 18 de julio de 2005, de: http://es.catholic.net/comunicadorescatolicos/576/2259/articulo.php?id=21902.
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* Investigador Titular del Centro de Investigación para la Comunicación Aplicada (CICA), de la Escuela de Comunicación de la Universidad Anáhuac

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