sábado, marzo 24, 2007

Blongs y responsabilidad social: la voz del Tercer Sector y el nacimiento de la sociedad civil 3.0


Jorge Alberto Hidalgo Toledo**


Introducción
En el marco del VIII Encuentro Iberoamericano del Tercer Sector, que se realizara en la ciudad de México los días 16 al 18 de octubre de 2006, se reunieron de modo discreto el presidente del Banco BBVA y el presidente electo de México, Felipe Calderón. ¿El motivo? El anuncio de que BBVA destinará a partir del año 2007 más de 20 millones de euros anuales a su Plan de Acción Social en América Latina para atender la educación de niños y jóvenes y su integración social. Lo insólito de esta nota, no es ni la reunión de los destacados personajes, ni la suma que se aportará, ni la expresión de responsabilidad social corporativa de Grupo BBVA, ni la relevancia que tiene hoy día la vinculación entre Gobierno, Sociedad Civil y el Sector Privado; lo apremiante es que la información y el análisis sobre esta situación haya sido publicado minutos después de lo ocurrido en el Weblog “Business” Olganza.com. Una bitácora web creada y editada por el blogger Alfredo Sánchez dedicada a la publicación de información especializada en mercadotecnia, PYMES y temas de interés incluyendo información dedicada a la Responsabilidad Social y al Tercer Sector.
Con un testimonio como este podemos dar cuenta de que la blogósfera no sólo es el espacio donde curiosos, adictos a la información, periodistas freelance y desempleados se reúnen. La blogósfera, como bien apunta José Luis Orihuela se ha convertido en un “sistema complejo, autorregulado, extraordinariamente dinámico y especialmente sensible a la información que producen los medios tradicionales, en particular la referida a asuntos políticos y tecnológicos” (Rojas, Alonso, Antúnez, Orihuela y Varela, 2006: 25).
En ese vecindario virtual, hoy día se reúnen ciudadanos, expertos y analistas a compartir opiniones, intercambiar información, criticar políticas y sistemas y asumir la responsabilidad social que muchas instituciones han dejado de lado en el mundo físico.
Los weblogs, al igual que los foros de discusión, la mensajería instantánea, los wikis, las listas de distribución de correo, los grupos de noticia, la radio por Internet, la telefonía IP tipo Skype, están conformando lo que ha dado por llamarse software social o medios sociales.
¿Cuál será el papel de estos nuevos medios en el ámbito social? ¿De qué manera estas herramientas de comunicación permiten o facilitan la interacción de grupos geográficamente dispersos pero con un interés común: hacer valer las políticas sociales para la construcción de sociedades más justas, solidarias y democráticas? ¿Cómo es que los blogs permiten la organización, gestión y acción de sus miembros en el mundo físico?
Este estudio pretende registrar la acción de los Blongs, bitácoras creadas para dar a conocer las actividades e informaciones relevantes de asociaciones civiles, ONG’s y grupos organizados del Tercer Sector. El presente, es una oportunidad para conocer el fenómeno de la política 3.0 ó de participación digital.
Aquellos interesados en las contribuciones de las nuevas tecnologías en el actuar de ONG’s y netactivistas en la pugna por la responsabilidad social, encontrarán en este documento información de interés para poder llevar consigo un pequeña postal con los integrantes de la sociedad civil 3.0


El boom de los medios sociales
José Luis Orihuela en su texto La revolución de los blogs, apunta de manera muy certera: “Cuando una herramienta de comunicación pública consigue un impacto social de tal magnitud que transforma la cultura, entonces se convierte en un medio” (2006: 65). De ahí que nos atrevamos a decir que nuevos medios, como el weblog, están transformando de manera radical nuestra cultura.
Los weblogs o blogs, han transformado el lenguaje, los modos de estructurar la información, las vías de interacción y socialización del conocimiento. Al eliminar la mediación editorial, democratizando el acceso, publicación y distribución de la información, configuraron el telar con el que se está tejiendo el nuevo entramado social.
Son ya varias las herramientas que están permitiendo al usuario ser el protagonista de la gestión informativa. Wikis, listas de correos, boletines electrónicos, feeds RSS, grupos de noticias, foros, chats, ezines, mensajeros instantáneos, podcasts, videocast, phonecast, son algunas de las vías que tienen las personas comunes y corrientes para publicar, distribuir información y con ello, generar comunidades descentralizadas. Estos software sociales, de fuente abierta, colaborativos, simétricos, multidireccionales, interactivos y participativos, fueron sitiados por la gente. Los usuarios de la red se apropiaron de ellos para establecer un diálogo crítico frente a los sistemas tradicionales de orden público, cultural, mediático, político y cívico. Este fenómeno de apropiación de la palabra por la sociedad civil ha sido bautizado de múltiples formas. El periodista Dan Gillmor le llamó “Periodismo 3.0”, Enrique Dans le llama “sociedad participativa” y Joel de Rosnay le llama “globalización 3.0” (Mora, 2006). Otros de los nombres con los que ha sido bautizado son: periodismo ciudadano y periodismo cívico.
Este hacer pública la subjetividad y la parcialidad informativa de los bloggeros, ha cobrado gran relevancia y consenso en la sociedad actual. Los mensajes que se intercambian en los blogs están redefiniendo en gran medida los modos tradicionales de compartir la noticia. ¿A qué se debe esto? ¿A caso la información tradicional carece de valor para el ciudadano cibernético? ¿Es que existe algo particular en la red que los medios tradicionales no han logrado aprender?


¿Qué busca la Generación Mi Medio en la web?
Los cibernautas buscan hoy día en los blogs:
· Información que les permita establecer una relación personal con la realidad.
· Voces y conversaciones subjetivas, íntimas, que proporcionen una interlocución basada en el respeto.
· Múltiples fuentes, opiniones, tendencias y charlas que les permitan tender un puente empático con los distintos modos de sentir las afectaciones de los hechos.
· Noticias y documentos que les faciliten el sacar sus propias deducciones, que no pretendan manipularlos ni controlarlos.
· Temas novedosos, con formas expresivas ingeniosas, auténticas, sin censura y sin controles.
· Gozar de un espacio libre de interconexión, autoexpresión, de conformación de comunidades en un modo estético/funcional cien por ciento personalizable.
Los medios sociales al ser creados por usuarios para usuarios, están estructurados de la misma manera como a ellos les gustaría encontrar la información; además, de que posibilitan la réplica, la interacción y diálogo entre aquellos que comparten un interés común.
El protagonismo entre actores sociales ahora es compartido. Una nueva ecología simbólica y mediática se construye en los espacios personales, espontáneos, informales, íntimos y de expresión visible que son los blogs. Ahora son los bloggeros los que dictan su propia agenda, circulan la información, devuelven el poder de la comunicación pública a los ciudadanos y expanden con ello las murallas de la República Mediática. La blogósfera, el corazón de las comunidades virtuales
Ahora bien, los weblogs se encuentran hoy día en la cima de la pirámide de los medios sociales. Su naturaleza interactiva, hipertextual, multimediática y de socialización en línea, ha fomentado la alfabetización digital de muchas personas impulsándolas a buscar cauces de expresión, divulgación, crítica, denuncia y solidarización con causas que antes parecían ajenas al ciudadano común.
Así encontramos que ante fenómenos como el Tsunami, el 11-S, el Huracán Wilma, las elecciones presidenciales de México en 2006 y las manifestaciones en Oaxaca; los ciudadanos han decidido salir a las calles virtuales para manifestar su posición y responder con ello el silencio que prima en los medios tradicionales.
Gráfica 1
Pirámide de los medios sociales
Fuente: Propia
Blog
Wikis
Foros
Grupos de noticias
Mensajería instantánea
Listas de distribución de correos
Podcast
Videocast
Phonecast
La blogósfera, esa galaxia por la que gravitan millones de blogs, provocó una inmersión dialógica que nos involucra a todos como, protagonistas, lectores y observadores. Los tecnodiscursos de Dominique Janicaud (Sfez, 2005), se han tendido en todos los niveles de la sociedad. La técnica y la tecnología están organizando a la sociedad. Las nuevas visiones del mundo están determinadas por el grado de vínculo con las nuevas formas de simbolización. Un nuevo giro histórico se está dando en la humanidad. Es en la blogósfera donde se está territorializando y desterritorializando mediante clicks, posts, backtrack y blogrollings las nuevas manifestaciones y movilizaciones sociales.
La blogósfera oscila entre la práctica privada y la pública; entre la oralidad, lo móvil, lo visual y lo escrito (podcasting, phonecasting, videocasting y posting). La interlocución on-line, forma comunidades; establece, como afirma Orihuela, “filtros sociales de opiniones y noticias, impone un sistema de alerta temprana para los medios, un sistema de control y crítica de los medios; conforma nuevos canales para las fuentes reconvertidas en medios; aplica nuevos formatos a las versiones electrónicas de los medios tradicionales; y opera como una gran memoria en la web” (Rojas, Alonso, Antúnez, Orihuela, Varela, 2005: 27).
Si las revoluciones suponen cambios completos en los ámbitos multisectoriales; la interconexión de transformaciones políticas, económicas, culturales, sociales derivadas de esta nueva forma de vinculación nos están introduciendo a una nueva revolución; una revolución flexible, transparente, convergente, de credibilidad y personal. Una revolución simbólica, ciudadana y a la carta.
La blogósfera en su carácter inmediato, circular y envolvente edifica un territorio de interconexiones descentralizadas gobernadas por personas que como Virgilio, guían a los otros, a las nanoaudiencias, que expanden el germen de la información en un modo casi viral para saciar la hambruna de participación que reina en el ayuno mediático.

Technopolítica y sociedad civil 3.0
La blogósfera, ha venido a brindar, como menciona Sfez (2002): “convivencia, transparencia, igualdad (de acceso), libertad (de palabra), un espacio público generalizado y según se dice, universal”.
Y es que como afirma Juan Varela, los blogs han quebrantado las estructuras históricas de la comunicación:
“De uno a muchos: la que comprendía la comunicación fuertemente jerarquizada y estructurada, con poca interactividad y en la que la autoridad estaba predeterminada por el que difundía el mensaje.
De uno a uno: la que se da en el contacto personal, de forma libre, desestructurada, emocional, donde la conversación, el tono y la retroalimentación marcan el contenido” (Rojas, Alonso, Antúnez, Orihuela, Varela, 2005: 105).
Con esto en mente se dio forma a lo que el periodista norteamericano Dan Gillmor denominó We media; es decir organizaciones autogestionadas y espontáneas que se sustentan por la transparencia y credibilidad de sus miembros. Un arte democrático, como apunta el filósofo pragmatista norteamericano, John Dewey, se está perfilando ante la interrelación sígnica que se vive en la red.
La lógica de los signos que cohabita en la blogósfera se instaura en la comunicación transparente, unitaria, solidaria, moderna, humanista, ecológica, informada, poderosa, dispuesta a la aventura, explosiva, diversa. Quizá por ello encarnan fácilmente los blogs la dermis de un activismo o netactivismo que puede impactar en la vida social, comunitaria y política al intervenir y cambiar el estado de cosas.
Jeff Jarvis, el pionero del Periodismo 3.0 solía escribir: “Dale a la gente el control y lo usará”. Ahora hablamos de súperusuarios dueños del control y protagonistas de los procesos informativos. A un clic de distancia tienen la posibilidad de convertirse en productores culturales y contribuir así, pasando a ser los motores más comprometidos de la vida política y social.
Ya Howard Rheingold (2004) había bautizado a estos súperusuarios como “multitudes inteligentes”; es decir, grupos de personas que emprenden movilizaciones colectivas políticas, sociales, económicas que se comunican y organizan en una escala novedosa mediante medios sociales interactivos como los blogs y los dispositivos móviles.
Match Ratcliffe y Jon Lebkowsy consideran que esa unión que se da entre información, opinión, economía y política es fundamental para el establecimiento de la democracia extrema o en línea dado que: “la unidad básica de organización en una democracia extrema es el activista (súperusuario), un ciudadano preocupado por un asunto por el que está dispuesto a invertir tiempo y esfuerzo para desarrollarlo en una política relevante” (Rojas, Alonso, Antúnez, Orihuela, Varela, 2005: 140).
Ese activismo digital cada día gana más atención. Las ansias de saber, la organización física de la sociedad civil, el desencanto social, la falta de atención de los gobiernos a las problemáticas sociales han llevado a estos prosumers -como los llama Eduardo J. Arcos- a emplear su tiempo libre a conformar nuevas instituciones, nuevos foros de opinión y nuevos espacios de agrupación para atender en conjunto las necesidades que los estados y las naciones no desean atender.
Esta democracia deliberativa que insta por la participación de los ciudadanos en la gobernación empata a la perfección con el movimiento de código abierto en el que la estructura y funcionamiento se basa en la cooperación, la participación, la descentralización, la organización y el actuar.
La unión de información, organización y activismo facilita el encauzar la acción social y el extender ideas, comportamientos y debates. De ahí que Rebecca Blood, insista en que una de las ventajas estructurales de las comunidades colaborativas que se construyen alrededor de los blogs, está en la posibilidad de profundización e inmersión que se puede lograr cuando un grupo de personas centran sus talentos para trabajar en una misma causa e informar con ello al resto de sus usuarios fungiendo como centros de intercambio intelectual.
Ya Ignacio Ramonet en su texto Internet, el mundo que llega, anunciaba el boom de la pasión en la vida pública y la presión sobre la opinión pública (Mora, 2006). Son esos usuarios los que buscando nuevos modos de éxito social centran sus esfuerzos en influir sobre procesos productivos multinacionales. Los gérmenes de un simbolismo político que trascienda el imaginario y la fantasía de la técnica pueden filtrarse en un entorno ansioso por ejercer su soberanía. Un neorelato está documentando la vida cotidiana, la profesionalización y mediatización de lo que hoy día se denomina el Tercer Sector.

Transparencia informativa hipermedial la esencia de los Blongs
E fenómeno no es nuevo, hace más de 25 años, las Naciones Unidas reportaron el surgimiento de un conjunto de instituciones sociales que actuaban en los suburbios del feudo instaurado por el Estado (Primer sector) y el Mercado (Segundo sector). Desde aquél entonces definieron a esas Organizaciones como No Gubernamentales o ONG’s. Una de sus características fue su apuesta por el desarrollo social, quedando en evidencia que son las personas las que constituyen el factor decisivo para los destinos de las naciones.
Las situaciones políticas particulares, la corrupción, la deshumanización de los mercados, la falta de compromiso ético con los distintos sectores sociales ha desacreditado a muchas instituciones. La desconfianza parece convertirse en un nuevo capital privado. Desgraciadamente, ese mismo contexto ha limitado el trabajo de muchas de estas organizaciones y han tenido que buscar modos ingeniosos, alternos y eficaces para sortear las dificultades que el entorno les impone. Así han tenido que profesionalizar y mediatizar su actuar.
Hoy día entre los actores del sector podemos encontrar a grupos ambientalistas, asesores familiares, instituciones de atención a sectores marginados, organizaciones profesionales y de trabajadores, hospitales, universidades, clubes sociales y deportivos, instituciones de derechos humanos y un sin fin de instituciones privadas que desean ofrecer soluciones específicas a dificultades de las personas. Sus agentes, en su mayoría son voluntarios comprometidos con la causa que persiguen, lo que les da un carácter multidisciplinario, multifórmico, no lucrativo y humanista. Por ello la amplia gama de áreas de acción con las que se involucran: ciencia, cultura, recreación, educación, derechos humanos, trabajo, justicia social, solidaridad, espiritualidad, economía, servicios públicos, etcétera.
Como bien señalaba Peter Drucker desde 1963 en su texto El gran poder de las pequeñas ideas (1999), las estrategias del Tercer Sector no se fundamentan en el dinero; primero está su misión y las personas que se beneficiarán de su actuar y luego está la retribución del impacto de sus acciones.
En la sociedad digital, las iniciativas del Tercer Sector fluyen de manera ordinaria en la blogósfera. Su presencia ha sido bautizada por la periodista, comunicadora social y colaboradora del blog Canal Solidario, Olga Fernández Barrios como Blongs; es decir, bitácoras que registran cronológicamente información, comentarios, documentos, actividades e iniciativas que se desean divulgar globalmente aunque su actuar sea local. Su condición de autogestión, actualización constante e interactiva se ha solidificado por el nivel de transparencia y confianza que desean ofrecerle a sus usuarios a la hora de compartir sus agendas.
Los Blongs, han logrado desarrollar interesantes capacidades para influir y fidelizar a sus usuarios. Los netactivistas y cibernautas, no sólo ven en ellos el corazón de su comunidad virtual, también perciben rituales ordenados, modos culturales, ritos simbólicos, conductas, actitudes, gestos, inteligencia puesta al servicio de los otros, en pocas palabras, un espíritu que navega entre continentes web y contenidos.
Códigos y nuevas maneras de comunicación están hibridándose en los Blongs. “Su facilidad de uso, accesibilidad, autonomía, horizontalidad, funciones y servicios” (López, 2006) hacen a sus usuarios más activos y participativos.
En el laberinto digital las tecnologías hipermediales y multimedia están convergiendo, ofreciendo una nueva sintaxis al metadiscurso del “fabriquemos nuestra propia sociedad”. Esa semántica perfila nuevos territorios de participación, construye nuevas realidades, formula nuevas argumentaciones, radicaliza algunas ideologías, pero también otorga nuevas perspectivas, interacciones independientes, tendencias que aspiran a ser confiables, matices, contrastes y multiplicidad de voces.
El escaparate que ofrecen los Blongs a las organizaciones del Tercer sector llama la atención, pues ahora los usuarios se sienten socios activos y comprometidos con las causas expuestas.

Los Blongs en la lógica We the Media
Participación y autogestión son fundamentos del binomio que define la nueva conversación que están generando los Blongs. Olga Fernández en una entrevista para Bitácoras.org enunció algunas de las ventajas y usos que pueden darse a los blongs:
“Darse a conocer entre beneficiarios que las necesiten;
Darse a conocer entre potenciales voluntarios permanentes o voluntarios puntuales dispuestos a echar una mano;
Ser conocidas por posibles donantes o socios;
Explicar a la sociedad que les rodea la situación contra la que están trabajando, tener una voz para denunciar;
Tener un espacio de reflexión y evaluación con voluntarios, beneficiarios y donantes para evaluar y mejorar sus proyectos;
Mantener, para sí mismas, una pequeña memoria de sus actividades en línea;
Considerar el blong una forma de adaptarse a las nuevas tecnologías de la comunicación y superar la brecha digital poco a poco;
Convertir la página en ese ansiado canal de comunicación (feedback) con el beneficiario y el voluntario para evaluar y mejorar sus proyectos. El objetivo es democratizarse, ya que muchas organizaciones pecan de ser iniciativas personales o de un pequeño grupo en el que los demás deciden poco;
Utilizar el blong, sobre todo, como forma de comunicación entre los voluntarios, beneficiarios y donantes para coordinar sus actividades” (Abellón, 2005).
Algunos Blongs, como Canal solidario, se han convertido en verdaderos portales dedicados a publicar estrategias de comunicación para el cambio social –como bien señala su eslogan-.
Algunas de las principales herramientas y servicios que emplean los Blongs son:
Sección de noticias
Destacados de la Blogósfera
Alertas de conflictos y mensajes RSS
Directorios en línea de ONG’s y de periodistas sociales
Bolsa de trabajo para voluntarios
Asesoría legal para Organizaciones del Tercer Sector
Publicaciones en línea y bibliotecas virtuales
Chat y foros de discusión
Agenda
Tablón de anuncios y boletín electrónico
Guías temáticas
Videocast como testimonio gráfico de su trabajo
Memes o iniciativas de la ciudadanía
Manifestaciones en línea
Alianzas y afiliación
Manifestódromos
Phonecast y activismo vía telefonía celular

Entre los principales Blongs encontramos:
Canal solidario.org (http://bitacora.canalsolidario.org)
La bitácora del Padre Ángel: Que no haya más pobres (http://blogs.periodistadigital.com/padreangel.php/2006/10/20/p51138)
Global Voices (http://www.globalvoicesonline.org/)
Proyecto Blong (http://proyectoblong.blogspot.com/)
Agustinas misioneras (http://agustinasmisioneras.blogia.com/)
Ana y Mía: Descongelando sonrisas contra la anorexia y la bulimia (http://mifune.blogs.com/anamia/)
Apadrina un niño: El blog de apadrinamiento (http://apadrinar.blogspot.com/)
Asalsido: Asociación Almeriense para el Síndrome de Down (http://www.asalsido.org/usuarios/)
Videonet-art video arte: Reflexión y exploración artística sobre la condición humana (http://videonetart.blogspot.com/)
Diario de un padrino: blog para compartir mi experiencia sobre el apadrinamiento (http://blogs.ya.com/sobera/)
Entre los simios: ideas sobre paz, solidaridad y ONG’s (http://entresimios.blogspot.com/)
Fundación Social Vicente Ferrer (http://www.fundacionvicenteferrer.org/blog/)
Voluntarios comunicando (http://voluntarioscomunicando.blogspot.com/)

Conclusiones
Con Blongs, hablamos de comunidades de personas, autogestionadas y espontáneas, con intereses y gustos afines que se reúnen para compartir información a través de referencias mutuas y que se nutren de la credibilidad de sus miembros para impulsar el desarrollo social. Como menciona Rheingold, la confianza y la colaboración pueden producir multitudes inteligentes es decir superusuarios de la participación cívica, comprometidas con la especie humana, su entorno y las problemáticas sociales. Es decir, ciudadanos capaces de comunicarse, actuar y liderear la opinión pública y la participación social.
Ya resuena la conversación de la sociedad participativa. Un nuevo sentido, más allá de los simbólico está estructurando los modos democráticos. Si la democracia es un diálogo como anuncia el Manifiesto Cluetrain, los Blongs, pueden ser una de las tantas olas que habrán de golpear las bahías de las sociedades contemporáneas en vías de democratización.
La comunicación se vuelve ahora personal, heterogénea, multidireccional, abierta, personal e hiperjerárquica. Opinión pública, organización y acción social, netactivismo, agrupación, se dan cita en los espacios creados por los Blongs, pero sobre todo, lo que se hace presente es laposiblidad de hablar sobre cómo impulsar el desarrollo social.
Sigamos vigilantes de la revolución semántica impulsada por los blogs para identificar la Pragmática que habrá de producir. La ola está resonando, sólo queda en nosotros escuchar sus ecos y arrojarnos al mar.

Referencias
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** Investigador Titular del Centro de Investigación para la Comunicación Aplicada (CICA), de la Escuela de Comunicación de la Universidad Anáhuac

Me-Dios-fera, ética e Internet. El impacto del portal www.es.catholic.net, sus comunidades y redes virtuales de evangelización.


Jorge Alberto Hidalgo Toledo*


Introducción
La tradición judeocristiana se desarrolló y perduró a lo largo de la historia por la naturaleza esperanzadora del mensaje y los recursos empleados por los profetas para comunicar la palabra divina (guardar el conocimiento sagrado en los libros). El mismo Cristianismo nace con la tradición heredada del pueblo judío y renueva la ley escrita y oral a través del mensaje de salvación -basado en la novedad de los contenidos (amor, justicia, caridad y solidaridad)- comunicados por Jesucristo.
Jesús, el gran comunicador, es para la Iglesia Católica, el testimonio y modelo fiel de virtudes y valores de la acción comunicativa. San Pedro y San Pablo, siguiendo este modelo, desarrollaron estrategias de predicación, sentando las bases de la evangelización, la pedagogía, la ética y el uso de los medios masivos de comunicación.
El nacimiento de la imprenta en 1456, en sí mismo está sellado con la impresión de las Sagradas Escrituras. Una de las primeras estaciones de radio de impacto mundial fue implementada por Radio Vaticano en colaboración con Guillermo Marconi (1931). Ante el surgimiento del cine y percibiendo su capacidad para promover contenidos positivos y evangelizadores, el 30 de enero de 1948 se funda La Comisión Pontificia para el Estudio y Evaluación Eclesiástica, Moral y Religiosa de las Películas (misma que cambiaría de nombre en 1952 a Comisión Pontificia para la Cinematografía; en 1954 a Comisión Pontificia para la Cinematografía, la Radio y la Televisión; y en 1964 a Pontificio Consejo para las Comunicaciones Sociales)
El Sumo Pontífice Pío XII, publicó por esos años –para ser exacto el 8 de septiembre de 1957- la Carta Encíclica Miranda Prorsus, dedicada al cine, la radio y la televisión. Este documento eclesial desencadenó la aparición de Cartas apostólicas como la Boni Pastoris (1959), la Inter Mirifica (1963), la Evangelii Nuntiandi (1975), la Effatà, Abrete (1990), la Redemptoris Missio (1990), El borde del manto (1992) y el 21 de febrero de 2005, poco antes de la muerte de Su Santidad Juan Pablo II, la carta apostólica El rápido desarrollo; todas ellas dedicadas a reflexionar sobre el lugar que deben ocupar los medios de comunicación en la vida social y qué tipo de diálogo debe establecer con ellos la religión.
Como parte de este antecedente, también tenemos que el 7 de mayo de 1967 se celebró por primera ocasión la Jornada Mundial de las Comunicaciones Sociales dirigida por SS. Paulo VI marcando el sentido evangelizador que tendrán los medios de comunicación en la preparación del Tercer Milenio. Particularmente el pontificado de Juan Pablo II estuvo marcado por su genio mediático. El Pontífice logró establecer la conexión entre misticismo y medios de comunicación. Cada mensaje suyo era una invitación a vivir la espiritualidad de la comunicación para que cada hombre entablara un diálogo de amor con Dios.
Significativo resultó, para el mundo entero, que uno de los primeros pronunciamientos públicos del Papa Benedicto XVI fuera dirigido a los representantes de los medios. Dicho interés de la Iglesia por la comunicación social pone de manifiesto el gran esfuerzo que han hecho por definir, a lo largo de dos mil años, lo que han denominado Teología de la comunicación.

La Nueva Evangelización y el interés de la Iglesia por Internet
En los últimos años, particularmente, desde la conformación del Pontificio Consejo para las Comunicaciones Sociales (PCCS) (1948), la publicación de la Miranda Prorsus (1957) y el Concilio Vaticano II (1962-1965), la Iglesia se replanteó la manera en que los medios están permitiendo decodificar y comprender la realidad.
La divinización mediática, la desacralización de la existencia, la secularización y la idolatría fueron las primeras preocupaciones manifiestas de la Iglesia, mismas que se intensificaron cuando los medios empezaron a transmitir mensajes negativos que atentaban contra la dignidad del hombre, la familia, los niños y los jóvenes; cuando los subjetivismos derivaron en relativismos éticos; y los pluralismos “democráticos” se convirtieron en individualismos tendientes a la homogeneización de la cultura.
Con esta preocupación en mente, el PCCS solicitó con la publicación de la Carta Pastoral Communio Et Progressio (1971), a las distintas Conferencias Episcopales, la elaboración de un estudio meticuloso de la situación mediática de cada continente y construir con ello un programa pastoral; América Latina fue la primera en responder y diseñar acciones concretas de trabajo. Su labor inició en 1972. A lo largo de estos años de experiencia pastoral la Iglesia Católica publicó importantes documentos eclesiales como: Pornografía y violencia en las comunicaciones sociales: una respuesta pastoral (1980); Sobre la Pornografía y la violencia (1989); Criterios de colaboración ecuménica e interreligiosa en las comunicaciones sociales (1989); y Aetatis Novae. Sobre las comunicaciones sociales (1992).
Ante el progreso tecnológico que está transformando la faz de la tierra, la llegada de las telecomunicaciones y de los sistemas de participación informática, Juan Pablo II reconoce que la Iglesia tiene más facilidades para dar a conocer al mundo sus creencias y explicar sus posturas ante cualquier acontecimiento.
“La cuestión que hoy se plantea para la Iglesia ya no es la de saber si el hombre de la calle todavía puede percibir un mensaje religioso, sino la de encontrar los mejores lenguajes de comunicación que le permitan dar todo su impacto al mensaje evangélico” (Juan Pablo II, 1989).
Esta necesidad de diálogo con el mundo fue lo que permitió la creación, a inicios de la década de los noventa, de la Red Informática de la Iglesia en América Latina (RIIAL) coordinada por el Consejo Episcopal Latinoamericano (CELAM) y el PCCS. La Nueva Evangelización emprendida por estos organismos supone el uso de la informática y los medios de comunicación para ofrecer a la comunidad hispanoamericana espacios de formación, crecimiento personal, desarrollo cultural y vivencia práctica de la fe. El plan de acción de la Iglesia latinoamericana se ha centrado en la creación de redes de colaboración de tipo interdisciplinario. Esta eclesiología de comunión plantea combatir con responsabilidad, orientando a los profesionales de la comunicación y a los públicos a ser más críticos y éticos en su manera de acceder a la información.
La nueva evangelización no sólo se ha preocupado por combatir el mal uso que se le da a las tecnologías de información, también ha contribuido a contrarrestar la brecha tecnológica, la pobreza, la ignorancia, la cultura de la muerte y el consumismo que tanto afectan a la dignidad de la persona.
Ahora bien, ¿qué nivel de presencia ha logrado la Iglesia con este trabajo evangélico en la red? La segunda semana de julio de 2005, el buscador Google reportaba la existencia de 23,800,000 sitios que hablan del catolicismo a nivel mundial, 220,000 se ubican en Hispanoamérica y 30,900 en México. El mismo buscador localizó a nivel mundial: 105,000 sitios declaradamente católicos, 101,000 de habla hispana y 4,380 ubicados en México; y 19,900 Portales católicos a nivel mundial, 18,600 en Hispanoamérica y 723 en México. (Cuadro 1)Como referente comparativo habría que decir que a nivel mundial existen 87 millones de páginas que hablan sobre religión; 69,400,000 tratan del cristianismo; 23,800,000 dedicadas al catolicismo; 24,300,000 al Islam; y 1,280,200 al satanismo.
Cuadro 1

Catholic.net, el lugar de encuentro de los católicos en la red
En 1995, James Mullholland funda Catholic.net, el primer portal católico de la red, ofreciendo un acceso directo a los principales servicios informativos, documentos de la Iglesia, bibliotecas, directorios de diócesis y movimientos religiosos. En el año 2000, uniendo esfuerzos con la Agencia de Noticias Zenit, la RIIAL, los sitios católicos más reconocidos de habla hispana y las principales instituciones de la Iglesia Católica se funda http://www.es.catholic.net/, la representación de Catholic.net que habrá de operar para toda Hispanoamérica.
En voz de su Directora, la Sra. Lucrecia Rego de Planas: “Catholic.net ha logrado constituirse como el espíritu en la red al unir los esfuerzos evangelizadores de todos los carismas de la Iglesia y servir como punto de referencia doctrinal y moral con una plena fidelidad al Magisterio de la Iglesia y al Papa”.
De esta manera, Catholic.net responde a la misión de “impulsar a los hombres y mujeres a ser conscientes de su dignidad, a comprender los pensamientos y sentimientos de los demás, a cultivar un sentido de responsabilidad mutua, y a crecer en la libertad personal, en el respeto a la libertad de los demás y en la capacidad de diálogo” (Foley, 2000)
A finales de mayo de 2000, a un mes de su lanzamiento mundial, Catholic.net reportó un total de 217 usuarios registrados. En la misma fecha, al año siguiente, contaba con 70,947 visitas mensuales. Cuatro años después, en mayo de 2005, logró la cantidad de 2,522,509 visitantes mensuales. (Cuadro 2)
Cuadro 2
La guía oficial de los 50 sitios católicos más importantes de www.catholicrankings.com, coloca a Catholic.net en el sitio 8. Sitios de monitoreo de tráfico como http://www.alexa.com/ lo colocan entre los principales 9 mil sitios de la red. El portal http://www.deprensa.com/ la considera entre las 500 mejores fuentes de información.
Según el reporte estadístico ofrecido por el Director de la División de Ingeniería, Julio Cumplido, Catholic.net reportó en el mes de mayo de 2005, 15,776,421 páginas vistas; en promedio cada usuario recorre 6.2 páginas, dedicando para ello, 13.14 minutos. El 47 por ciento de sus visitantes son hombres y el otro 53 por ciento son mujeres. La especificidad por rangos de edad se puede apreciar en el Cuadro 3.
Cuadro 3
Lejos del carácter meramente religioso de sus usuarios, el tipo de visitantes de Catholic.net tiene el siguiente perfil: 52 por ciento son Laicos comprometidos; 19 por ciento son Laicos de Misa de domingo; 11 por ciento son Católicos no practicantes; 7 por ciento son Sacerdotes; 5 por ciento son Religiosos o Agentes de vida consagrada; 4 por ciento pertenecen a Otra religión; y 3 por ciento son Cristianos no católicos.
Del nivel académico de los visitantes se puede afirmar que: 38 por ciento cuenta con título universitario; 20 por ciento posgrado; 20 por ciento está estudiando la universidad; 16 por ciento bachillerato; y 5 por ciento ha cursado estudios básicos.
Todos estos usuarios se encuentran repartidos en el mundo; sin embargo, su gran mayoría provienen de: México, Estados Unidos de Norteamérica, España, Argentina, Perú, Venezuela, Colombia, Paraguay, Guatemala, Honduras y El Salvador.
El tipo de conexión con que cuentan los visitantes para navegar es: 37 por ciento por Módem casero; 35 por ciento por Banda Ancha (DSL de 256 Kbps a 2 MB); y 10 por ciento por Banda Ancha tipo T1- E1.
¿A qué podremos atribuir su éxito? ¿Será acaso a sus servicios, sus contenidos, sus modos de interacción? o simplemente porque, como dice Juan Pablo II “está ayudando a quienes están buscando Dios” (Juan Pablo II, 1999)

El espíritu en la red
Son muchos los factores que intervienen en el despunte de Catholic.net; sin embargo, numéricamente se le puede atribuir a su gran base documental 24,350 artículos (al mes de mayo) distribuidos en 13 secciones (La Iglesia hoy; Cristología; Mariología; Turismo religioso; Si.catholic.net; Celebraciones; Santoral; Sectas, apologética y conversos; Ecumenismo y diálogo interreligioso; Aprende a orar; Conoce tu fe; Tema controvertido; Sexualidad y bioética); 18 comunidades (Comunicadores; Abogados; Mujer; Familia y vida; Estudiosos del Derecho Canónico; Escritores actuales; Sacerdotes; Empresarios católicos; Niños NET; Psicólogos, Religiosas; Jóvenes; Laicos y Asociaciones de fieles; Misioneros; Hispanos católicos en Estados Unidos; Catequistas y Evangelizadores; Educadores católicos; y Vocaciones); y 717 alianzas con otros sitios católicos. (Cuadro 4)
Cuadro 4
Hoy día cuenta con 818,734 suscriptores a sus listas de correos que van desde la Newletter (536,395), el Evangelio diario (28,009), la Meditación diaria (28,501), la Homilía dominical (23,965), el Santo del día (23,532), Vocaciones (12,985), Religiosas (8,689), Empresarios (5,399) y Educadores (2,359). Sin contar sus otros servicios de boletines (algunos de ellos muy recientes): Bioética, Buenas Noticias, Catequistas y Evangelizadores, Comunicadores, Abogados y Psicólogos, Familia y vida y Jóvenes.
Sus servicios más consultados son: los foros de discusión, la red de oración, búsquedas en el santoral, historias animadas en flash, oraciones para sacerdotes, descargas de papel tapiz, encuestas, consultas en línea a la Biblia y el Catecismo de la Iglesia Católica, laúdes y trivias. Ha sido tal el éxito de Catholic.net que ya se encuentra disponible en 6 idiomas: español, inglés, francés, italiano, alemán, esloveno y se está trabajando en la versión en portugués.
El personal operativo es de 9 personas de planta; mientras que en línea, cuenta con un equipo de 245 consultores voluntarios que responden vía correo electrónico todas las dudas de los visitantes divididas en 19 categorías; 1,200 escritores y asesores voluntarios que redactan los contenidos del portal y 86 moderadores voluntarios de sus 22 foros de opinión.
Catholic.net ha logrado dotar de un lenguaje a la comunidad de personas a la que hoy cobija y que esperan encontrar en el mensaje evangélico algo que dote de sentido su existencia.
Pues como afirma Mons. Guiseppe Casale, Presidente de la Comisión Episcopal para las Comunicaciones Sociales: “Este servicio se concreta en una atención particular a las generaciones jóvenes. Sus demandas deben encontrar respuestas verdaderas porque en el Evangelio hay energías para el presente y el futuro. Desde este punto de vista, un uso prudente y valioso de los medios de comunicación social es una condición indispensable. Cada paso en potenciar la comunicación en la sociedad debería ser una preciosa ayuda para el mejoramiento de la humanidad y un hecho que trabaja a favor de la Iglesia cuya misión es justamente comunicar” (Casale, 1985).

La apuesta por la construcción de la Me-Dios-Fera
La Iglesia Católica a través de medios como Catholic.net, ha advertido que las nuevas tecnologías de información son “vitales para la formación tanto de agentes pastorales como para la educación de una madura responsabilidad de los usuarios y destinatarios de los medios” (Juan Pablo II, 2005). De ahí que uno de sus grandes desafíos sea como planteaba Juan Pablo II, “unificar la humanidad transformándola en una aldea global” (Redemptoris Missio, 1990).
Esta visión unificadora la ha tratado de llevar a la práctica Catholic.net al dejar de ser el parque del barrio para convertirse en la plaza pública digital de la Me-Dios-fera; este gran universo mediático en el que se han convertido sus comunidades virtuales.
Las comunidades virtuales son la apuesta del futuro de Catholic.net; en ellas, los usuarios pueden intercambiar ideas, documentos, archivos de audio y video. Por ejemplo, en la Comunidad de Comunicadores Católicos, los miembros cuentan con una de las bases documentales más amplias sobre documentos de la Iglesia Católica relacionados con la comunicación social; mensualmente reciben el boletín informativo que les actualiza técnica y teóricamente; les ofrece categorías especializadas donde encontrarán vínculos a las principales estaciones de radio, televisoras, editoriales, revistas, sitios y portales católicos; así como servicios de livestreaming y audio on demand de los contenidos desarrollados por la estación de radio de Catholic.net, Guadaluperadio.com.
Entre los principales valores agregados que ofrece la comunidad están los consultorios en línea, los foros de discusión, las guías de medios, la cartelera de eventos y el directorio de miembros distinguidos.
Para dimensionar el tipo de usuario que está suscrito a la comunidad vale la pena revisar el Cuadro 5. En él se hace patente que el porcentaje más alto de comunicadores se encuentra trabajando en la misma Internet. Un grupo mayoritario se desempeñan como músicos, comunicadores organizacionales y como colaboradores en las áreas de radio y televisión. El medio en el que trabajan es: en un 39 por ciento propio; 25 por ciento de una empresa privada; 18 por ciento de la Iglesia; 7 por ciento del estado; y 4 por ciento de una Fundación.
Cuadro 5
La clave del trabajo de las comunidades de Catholic.net ha estado en: a) la fidelidad de sus contenidos al Magisterio de la Iglesia; b) invertir tiempo y recursos en mejorar su infraestructura para poder dar un servicio rápido e instantáneo a los usuarios; c) incrementar las ofertas de servicios públicos y contenidos especializados que posibiliten mayor participación e interacción entre sus miembros; d) proveerle a los visitantes contenidos y servicios que no existan en su localidad; e) el poder conformar redes virtuales de PERSONAS (especialistas) en la materia que desean discutir académicamente; f) el realizar proyectos colaborativos desarrollados por los mismos miembros de la comunidad (ebooks); g) generando códigos de ética en línea que después podrán aplicar en los medios físicos en los que participan; h) formando equipos virtuales de trabajo para realizar acciones sociales y apostolados en medios; i) constituyendo institutos virtuales que les ofrezcan capacitación y formación en línea; j) organizando clubes de debate, talleres, seminarios y congresos virtuales en línea.
Este poder ser el punto de reunión de todos los interesados en áreas específicos sin tener la limitante del tiempo y el espacio y sabiendo que lo que le da la fuerza no es la tecnología sino su gente es el gran valor agregado que da sentido a las herramientas desarrollada por Catholic.net.

Conclusiones
Internet es, como bien señala Juan Pablo II: “un nuevo foro, entendido en el antiguo sentido romano de lugar público donde se trataba de política y negocios, se cumplían los deberes religiosos, se desarrollaba gran parte de la vida social de la ciudad y se manifestaba lo mejor y lo peor de la naturaleza humana. Internet ofrece amplios conocimientos, pero no enseña valores; y cuando se descuidan los valores, se degrada nuestra misma humanidad, y el hombre con facilidad pierde de vista su dignidad trascendente” (Juan Pablo II, 2002).
Catholic.net busca impulsar con su trabajo ese sentido trascendente que puede revestir a los medios de comunicación. Por ello, busca cultivar la sabiduría que permita al usuario distinguir entre lo correcto y lo incorrecto y sostener la escala de valores que surja de esa diferencia. Esta guía ética es parte de la gran revolución moral que pretende la Iglesia Católica impulsar en Internet. Este motor habrá de promover una globalización solidaria, que centre el desarrollo de las naciones en el bien común, la práctica de la justicia, la búsqueda de la verdad, el diálogo y la comunicación de la esperanza.
El trabajo de Evangelización en Internet ha implicado para la Iglesia Católica y Catholic.net un gran esfuerzo; impulsar el bien, el diálogo, la participación, la solidaridad, la paz y la caridad, no es cosa fácil en medio de tanto relativismo, individualismo y atentado contra la dignidad del hombre. Hacer que en esta galaxia de imágenes, datos y sonidos se vea el rostro de Cristo y se escuche su voz es lo que impulsa a los millones de usuarios de Catholic.net a vivir la aventura de adentrarse en la Me-Dios-fera y penetrar en lo más profundo del corazón humano y por ende, del camino del bien, que siempre dotará de sentido trascendente a la comunicación.

Referencias:
http://www.alexa.com/
www.deprensa.com
http://es.catholic.net/
http://www.catholicrankings.com/
http://www.riial.org/
http://www.vatican.va/roman_curia/pontifical_councils/pccs/index_sp.htm
Baran, S. e Hidalgo Toledo, J. A. (2005). Comunicación masiva en Hispanoamérica. Cultura y literatura mediática. México: McGraw Hill.
Casales, G. (1985). El deber pastoral de las comunicaciones sociales. Nota de la Comisión Episcopal para las comunicaciones Sociales. Recuperado el 18 de julio de 2005, de: http://es.catholic.net/comunicadorescatolicos/727/1644/articulo.php?id=14412.
Concilio Ecuménico Vaticano II. (1963). Inter Mirifica. Recuperado el 18 de julio de 2005, de: http://www.es.catholic.net/biblioteca/libro.phtml?consecutivo=191&capitulo=2159.
Foley, J. (2000). Ética en las comunicaciones sociales. Recuperado el 18 de julio de 2005, de: http://www.es.catholic.net/biblioteca/libro.phtml?consecutivo=191&capitulo=2173.
Juan Pablo II. Mensaje para la XXIII Jornada Mundial de las Comunicaciones Sociales (1989). Recuperado el 21 de julio de 2005, de: http://es.catholic.net/comunicadorescatolicos/576/2259/articulo.php?id=14160
-----------------Redemptoris Missio (1990). Recuperado el 21 de julio de 2005, de: http://www.es.catholic.net/biblioteca/libro.phtml?consecutivo=191&capitulo=2221.
-----------------Centesimus Annus (1991). Recuperado el 18 de julio de 2005, de: http://es.catholic.net/biblioteca/libro.phtml?consecutivo=171&capitulo=1572
-------------------Mensaje para la XXXIII Jornada Mundial de las Comunicaciones Sociales (1999). Recuperado el 18 de julio de 2005, de: http://es.catholic.net/comunicadorescatolicos/576/2259/articulo.php?id=21902.
-------------------Mensaje para la XXXVI Jornada Mundial de las Comunicaciones Sociales (2002). Recuperado el 21 de julio de 2005, de: http://es.catholic.net/comunicadorescatolicos/576/2259/articulo.php?id=21899. -------------------El rápido desarrollo (2005). Recuperado el 18 de julio de 2005, de: http://www.es.catholic.net/biblioteca/libro.phtml?consecutivo=191&capitulo=4806
* Investigador Titular del Centro de Investigación para la Comunicación Aplicada (CICA), de la Escuela de Comunicación de la Universidad Anáhuac

El dilema de la dimensión antropológica de la Industria del Entretenimiento


Jorge Alberto Hidalgo Toledo**


Introducción
Hace poco más de veinte años los medios de comunicación masiva dieron un giro radical a la cultura y sus aproximaciones hipermediales. El nacimiento de la cadena musical MTV había gestado una generación de usuarios que tenderían a ver el mundo como un videoclip: edición rápida, historias paralelas, pensamiento no lineal, alteración del contexto visual por sobre información, la conjunción de discursos: visuales, auditivos y narrativos y yuxtaposición de texturas y colores. A partir de ahí, los jóvenes consumidores de medios no volvieron a ser los mismos. Una nueva sintaxis estaba definiendo la estructura gramatical del consumo mediático. Posteriormente, se categorizó a la Generación click, altamente familiarizada con el discurso mediático establecido por las computadoras personales, el nacimiento de la nueva carne en que la máquina y su inteligencia artificial, intentan ser una reproducción a imagen y semejanza del hombre; la Generación Red que nació y creció empapada de la lengua de Internet deseosa de hacer extensiva la naturaleza del hombre al entorno global; y, la Generación M presentada por Donald Roberts en el año 2005 en el estudio realizado para la Kaiser Family Foundation llamado Generation M: Media in the lives of 8-18 year-olds. Esta Generación altamente mediatizada, en línea y medianamente tolerante a los contenidos publicitarios dio paso al registro de My Media Generation; jóvenes entre los 13 y los 24 años que nacieron y crecieron con los medios interactivos e inalámbricos. Esta Generación, evolución de la reportada por Roberts, posee un gran número de medios portátiles propios; adoptaron como suyas las tecnologías de información móviles e Internet; usan los medios tradicionales únicamente para saber de moda, belleza, celebridades, actitudes a imitar; son multitasking y están altamente acostumbrados al engranaje mediático publicitario. (Hidalgo, 2006).
Nuevas industrias, nuevas tecnologías de información, nuevos medios, nuevos consumos, nuevas generaciones, nuevos usos… Ello implica también ¿nuevas dimensiones éticas y antropológicas de la industria del entretenimiento? El presente texto pretende establecer una aproximación ontológica de las tecnologías de información, su impacto sociocultural y las transformaciones que están sufriendo los usuarios de la comunicación por dichas modificaciones.
Una nueva revolución simbólica/antropológica se está viviendo; los resultados: cambios profundos en la personalidad, nuevos modos de interacción, diálogo y significación. Necesariamente toda nueva sintaxis establece una nueva semántica y por ende, una nueva pragmática. He ahí donde se teje nuestro reflexión, en el repensar preguntas básicas alrededor de la persona humana y su destino trascendente ante la conjunción de entretenimiento, ocio y tecnologías de información y sus implicaciones éticas.
La imagen tradicional con que el hombre se aproximaba a los medios de comunicación está cambiando y ese cambio lleva oculto algo más que una nueva descripción, implica un nuevo pensar, un nuevo explicar y un nuevo captar el valor en sí de la persona.
José Luis Molinuevo apunta en su texto Humanismo y nuevas tecnologías (2004) que la deshumanización llega cuando se da la pérdida de identidad para ganar otra nueva. ¿Estaremos ante un caso así?, ¿es tiempo ya de repensar en el hombre y su relación con aquello que hoy día llena más del cien por ciento de su tiempo? Bienvenidos sean pues a las estepas de la dimensión antropológica de las tecnologías de información, el ocio, el entretenimiento, la diversión y en sí, a quien se encuentra detrás de todo ello: el hombre mismo. He aquí el hombre y su laberinto; que sólo los cobardes huyan ante la mirada de la bestia.

¿Medios o fines?
¿Hasta dónde intervienen los medios en la vida del hombre moderno?, ¿Son real y solamente un utensilio para conseguir algo o es el hombre el instrumento de los medios para conseguir un aparente bien mayor?, ¿Hasta qué punto se puede hablar de una interacción de usos equitativos? Un medio, nos recuerda el profesor David Buckingham en su ya célebre texto, Educación en Medios (2005: 19): “es algo que utilizamos cuando deseamos comunicarnos con las personas indirectamente, es decir, sin que medie contacto personal o los interlocutores se vean cara a cara (…) Los medios no nos ofrecen una ventana transparente sobre el mundo. Ofrecen cauces o conductos a través de los cuales pueden comunicarse de manera indirecta representaciones o imágenes del mundo. Los medios intervienen: no nos ponen en contacto directo con el mundo sino que nos ofrecen versiones selectivas del mismo”.
Intervención, representación y selección; en pocas palabras, mediación intencionada y velada. Dar cuenta que en el corazón de la interacción hombre/medios se encuentra una relación de uso o servicio; es dar cuenta que en medio de esa relación se puede estar cultivando una paradoja que fundamenta al hombre como una cosa más al servicio de un sistema lo que da por ende una crisis de significación de la antropología y la ontología mediática y del mundo del entretenimiento.
Veamos con mayor especificidad este apartado. ¿De qué manera intervienen los medios en la vida del hombre?, ¿Qué uso damos al entretenimiento?, ¿Qué lectura están haciendo las jóvenes generaciones de los textos mediáticos?, ¿Los medios sociales (los wikis, blogs, podcast, mensajeros instantáneos, videocast, skype, radio por Internet, etcétera), los videojuegos, Internet, el cine, la publicidad, la música son con y por los hombres? Con el uso dado, ¿permiten responder las interrogantes de la existencia en una forma participativa, interactiva, personal, como lo dicta la propia ontología de las tecnologías de información? (Ver Diagrama 1 y 2)
Diagrama 1
Nuevos medios

Fuente: Propia
El hombre, como “criatura constantemente en busca de sí misma” (Cassirer, 2000) ha encontrado en las nuevas tecnologías de información y el mundo del entretenimiento, aparentes respuestas a los grandes misterios de su existencia. Paradójicamente los niños y jóvenes no sólo han aprendido a “leer” y “escribir” en los medios mensajes, conocimientos y habilidades; también han aprendido a interpretar y valorar positiva o negativamente su existencia.

Diagrama 2
Naturaleza de los hipermedios

Fuente: Propia
En el dinamismo del proceso mediático un nuevo orden moral plantea referentes e interrogantes complejas para entender la mutación de nuestra naturaleza o aquello que permite adentrarnos en ella.
Los medios y el entretenimiento hacen cada vez más evidente su condición de omnipresentes e inevitables. Sus recursos simbólicos están presentes en todos los momentos de la vida. Como bien señala Roger Silverston, “están ahora en el centro de la experiencia, en el corazón de nuestra capacidad o incapacidad para encontrarle un sentido al mundo en que vivimos” (Bukingham, 2005: 23).
Si pensamos en el valor cultural que tienen los medios y el entretenimiento en la vida de la ahora denominada Generación Mi Medio, que los entienden como sinónimo de diversión, tiempo libre, ocio y pasatiempo, se vuelve fundamental estudiarlos y entenderlos para describir la respuesta existencial que están encontrando al involucrarse y empatar simbólicamente con las actitudes y formas de conducta que promueven (Ver Tablas 1 y 2).
Tabla 1
Consumo mediático comparativo de My Media Generation




Fuente: adaptación basada en Bensmiller, 2005.
Tabla 2
Pasatiempo y diversiones de My Media Generation
Fuente: adaptación basada en Bensmiller, 2005.

My Media Generation
En el año 2005, Kurt Bensmiller dirigió el estudio denominado Truly, Madly, Deeply Engaged: Global Youth, Media and Technology, para fundamentar la entrada de Yahoo! en los mercados emergentes más importantes del planeta. Con la investigación generada, logró identificar el nacimiento de una generación para la cual:
• Los medios juegan un rol fundamental en sus vidas.
• Tienen un mayor compromiso, profundidad y pasión con los nuevos medios.
• Son poco receptivos a experiencias mediáticas pasivas.
• Sus principales canales de comunicación son la música, Internet y los dispositivos móviles.
• Filtran publicidad aceptando sólo lo que consideran relevante, entretenido y significativo.
• No pueden vivir sin los nuevos dispositivos tecnológicos. (Bensmiller, 2006)
Detrás de todos estos elementos se manifestó que la principal motivación era la interconexión; es decir, adoptan las tecnologías y formas de entretenimiento que les permiten: desarrollar un sentido de pertenencia (comunidades virtuales); “grafitear el mundo con su voz” y ser valorados por lo que son, sin importar con ello expresarse de modo irreverente y anárquica (autoexpresión); y finalmente, dar testimonio simbólico de su identidad (personalización). Los medios o vehículos de entretenimiento que mejor permiten establecer la triada semántica son la música, Internet y los dispositivos móviles. (Ver Diagrama 3 y 4)
Diagrama 3
Nuevos públicos


Fuente: Propia
Diagrama 4
Interconexión es la principal motivación de My Media Generation



Fuente: Bensmiller, 2005

La Generación My Media, reportada por Bensmiller, está altamente acostumbrada a dos fenómenos particulares: el multitasking (actividades múltiples) y el media meshing (engranaje multimediático), ambos derivados de la necesidad de realizar al mismo tiempo varias acciones por sobrecarga de preocupaciones y presiones, más que por una habilidad de inteligencia mediática. La tecnología para estos jóvenes ocupa un lugar determinante en sus vidas pues ven en ella un modo de mejorar su calidad de vida; les permite mantenerse interconectados con su núcleo fundamental portador de sentido (familia y amigos). Los jóvenes que buscan contenidos exactos para verlos cuando quieren, donde quieren y en la plataforma en la que quieren, nos llevan a repensar en el planteamiento de Nicolás Negroponte (1997) en el que insistía en que la tecnología habría de transformar no sólo al mundo, a la sociedad sino al hombre mismo. Y no cabe duda, hoy la tecnología es el eje rector del entretenimiento. (Ver Tabla 3)
Tabla 3
Macrotendencias que moldean a My Media Generation

Fuente: Propia basada en Bensmiller y Roberts

An entertainment way of life
Videos, dispositivos electrónicos, televisión y radio satelital, computadoras personales, Internet, son parte de las transformaciones que han afectado cualquier aspecto de lo que hacemos. Hoy, los mercados globales, la economía digital, el dinero electrónico, la comunicación instantánea y electrónica, las transmisiones satelitales se entrelazan como un grito para confrontar el silencio eterno y celebrar la mundialidad. Pensar la globalización nos lleva, como apunta Anthony Giddens (2005) en un ver lo de afuera, para sumergirnos en lo de adentro; en un contemplar la transformación que se vive en el interior de los sistemas familiares, los valores humanos y las afectaciones directas e indirectas en la persona humana. Las presiones hacia arriba y hacia abajo confrontan las identidades. Fluyen nuevas voces ideológicas desde el corazón mismo de las industrias culturales. Una nueva conquista se está llevando acabo: la conquista de las identidades. Las industrias del entretenimiento son los nuevos misioneros; la ruta de las especias son los contenidos; las Indias Americanas son los niños y jóvenes cuya naturaleza corre el riesgo de sembrar en su interior la semilla de una extraña hibridación entre ocio, divertimento, entretenimiento y la vida sin sentido.
Hoy todo es entretenimiento. Entretener, suspender, colocar por encima de o fuera de, es la condición existencial de la sociedad centrada en la información y los servicios. El entretenimiento, un nuevo fundamentalismo, está creando su propia tradición, sus ritos, sus interpretaciones, sus modos de negociación, diálogo e identidad. El espectáculo de la nueva identidad se está montando en el fangoso terreno de la mundialidad. Más de veinte macrosegmentos se encuentran hoy reunidos en el orden del Entretenimiento. Tan tan sólo en 2004 facturó $1.3 trillones de dólares y se espera que para el 2009 alcance la extraordinaria cifra de $1.8 trillones, presentando un incremento promedio anual de 7.3%. Dicha industria, tan sólo en América Latina se espera que facture $47 billones de dólares para 2009, con una tasa anual de crecimiento de 8.2%, siendo la segunda región más importante en desarrollo después de Asia/Pacífico (Winkler, 2006) (Ver Gráficas 1).
Gráficas 1
Facturación y movilidad de la industria del entretenimiento


Fuente: Propia basada en Winkler
Los segmentos que hoy día se contemplan como industrias del entretenimiento de modo directo son: 1) Industria cinematográfica; 2) Televisión abierta y por cable; 3) Distribución de producciones televisivas: cable, satélite y microondas; 3) Industria discográfica; 4) Radio; 5) Publicidad por Internet y servicios de conexión; 6) Videojuegos; 7) Información corporativa; 8) Edición de revistas; 9) Edición de periódicos; 10) Edición de libros; 11) Parques temáticos y parques de diversiones; 12) Casinos; 13) Industria deportiva; 14) Publicidad exterior; 15) Teatro; 16) Moda; 17) Arte y Cultura; 18) Mercadotecnia y comercialización de productos; 19) Marcas, contratos y derechos de autor; y, finalmente, 20) Comunicación móvil. (Ver Esquema 4)
Esquema 4
Segmentos de la industria del entretenimiento


Fuente: Propia
Los factores que han favorecido el incremento de la industria del entretenimiento son:
1. Un entorno económico favorable para la inversión en medios y entretenimiento.
2. Aumento de los ingresos derivados de la banda ancha como:
o Videojuegos por Internet y para dispositivos portátiles
o Servicios de pago para alquilar películas por Internet
o Distribución de música digital por medios legales
o Descargas de música a teléfonos celulares
o Video bajo demanda
o Radio satelital
o Libros electrónicos
3. Maduración y popularización de los servicios de Internet, televisión de paga y comercio de DVD’s. (Hidalgo, Perez & Rebeil, 2006). (Ver Tabla 4)
Tabla 4
Macrotendencias de la industria del entretenimiento

Fuente: Propia
En la mayoría de los países, los niños y los jóvenes pasan más tiempo consumiendo medios que en la escuela. Sus modos de socialización se centran en ver cine, televisión, hojear revistas, navegar por Internet, jugar videojuegos, escuchar música. Los medios, son el pasatiempo más significativo de su tiempo libre. (Ver Tabla 5)
La importancia de los medios y el entretenimiento no está sólo en el plano económico, social y cultural. Los medios están sustituyendo a instituciones como la familia, la Iglesia y las escuelas. Se han vuelto omnipresentes e inevitables. Proporcionan los recursos simbólicos más significativos de la vida de los chicos; forman actitudes, conductas y creencias. Promueven estilos de vida, incluso, indeseables; corrompen, son vehículo de placeres superficiales, sustituyen los valores, manipulan, discriminan y atentan contra la salud social cuando se lanzan contra su función de promover la verdad, la belleza y el bien.
La paradoja de la expansión del entretenimiento está en que la sintaxis con la que está redactando las líneas del mundo, especialmente entre las generaciones jóvenes, produce oraciones y sentencias que no apuntan del todo a llenar los espacios vacíos con que se responden a los grandes problemas de la existencia.
Tabla 5
El joven toma el control

Fuente: Propia basada en Bensmiller y Roberts
“La televisión y los otros medios”, como señala Guiddens (2005: 91), “tienden a destruir el propio espacio de diálogo que abren, a través de una trivialización y personalización inexorables de la cuestiones” vitales. La fluctuación entre el show y la representación que promueven los nuevos medios y las tecnologías de información han vuelto borrosas las maneras de cosechar grandes frutos a favor de los usuarios. Una ruptura entre la naturaleza, las normas humanas y el modo de entenderlas se está dando.
La disciplina impuesta entre el mundo del entretenimiento y My Media Generation, nos recuerda mucho el entorno deshumanizado planteado por Huxley en Un mundo feliz: no esfuerzo (todo a la mano), no amor (simples relaciones y conexiones), no experimentar el dolor (la nación Prozac y la felicidad de farmacia), no afrontar las difíciles elecciones morales (la ética Light y el zapping axiológico producto del relativismo moral). Por ello vale la pena cuestionarnos: ¿En dónde radica el gran riesgo del entretenimiento?
El riesgo del entretenimiento está en su poder seductor, en la sobre estimulación, en su condición repetitiva y en la desconexión que produce en el usuario. Esa triada semántica coloca al joven a un paso de la apatía ante los estímulos y la desilusión del deseo no consumado. El entretenimiento, fácilmente puede erradicar de su interior toda significación y sentido. Si el ocio y las actividades realizadas en esos espacios desencantan, se produce la ansiedad, la melancolía, la tristeza, la depresión y la infelicidad. (Ver Tabla 6)
Tabla 6
Nuevos hábitos

Fuente: Propia basada en Buckingham, Bensmiller y Roberts
Si el joven se vuelve esclavo servil a la supuesta felicidad que produce el entretenimiento, estamos ante un grave problema ético. Un problema por la frivolización de los deseos, las intenciones, los rasgos y los comportamientos naturales. En sí, la gran transformación se viven en la manera como puede afectar la grandeza de los fines humanos.
El entretenimiento en sí, no es un bueno ni malo. La categoría ética se impone cuando indagamos el uso dado y el fin perseguido y más cuando la cultura actual pareciera atentar contra el orden moral que proviene del interior de la propia naturaleza humana.

Esclavos de una felicidad servil
El riesgo de una vida centrada únicamente en la fórmula del entretenimiento no es sana ni satisfactoria pues se puede correr el riesgo de erradicar de la existencia aquello que nos hace ser humanos, pues no poseen las características que nos otorgan dignidad humana.
El texto mediático del entretenimiento y las tecnologías de información se combina claramente con su poder económico e ideológico. Es de suma importancia poner al descubierto las fuerzas ocultas del entretenimiento que no forma ni eleva las categorías humanas.
Nuestra apuesta está en la desmitificación del entretenimiento y las tecnologías de información, para hacer ver la importancia que tiene ofrecerle a los niños y jóvenes herramientas suficientes para que ellos mismos puedan sacar provecho a esas herramientas y utensilios mediáticos. Que sus contenidos y mensajes, sean útiles para que permitan el crecimiento y el desarrollo personal con miras a la construcción de una vida más feliz y productiva.
Tabla 7
Actividades multitasking y Media meshing

Fuente: Propia basada en Buckingham, Bensmiller y Roberts
El mundo del entretenimiento debe estar al servicio de la dignidad humana y permitirle así, a cada hombre, descubrir su propia grandeza para con ello, ayudarle a vivir bien y actuar como personas en comunidad (Baran e Hidalgo, 2005).
El entretenimiento debe hacer consciente a cada hombre de su dignidad; le debe permitir comprender los pensamientos y sentimientos de los demás; debe servir para cultivar un sentido de responsabilidad mostrando a cada persona a crecer en la libertad personal, respetando la de los demás y tendiendo puentes de diálogo entre todos los hombres y culturas.
Estéticamente los contenidos deben promover el desarrollo humano respetuoso del conocimiento, la sabiduría y la belleza, impulsando las formas plásticas sanas y útiles que reúnan a las familias y a las personas a resolver problemas diarios y elevar sublimemente su espíritu. En su forma debe estimular y celebrar las tradiciones, preservando y enriqueciendo el patrimonio cultural.
Es importante no perder de vista, que incluso en el mundo del entretenimiento, la persona y la comunidad humana son el fin y la medida del uso de todos los vehículos de comunicación. El entretenimiento no puede dejar de ser una oportunidad para crecer y florecer en el ámbito físico, intelectual, afectivo, moral y espiritual.

Conclusiones
Si se aprovecha el carácter interactivo, personalizable, generador de comunidades; así como la condición lúdica de los juegos, se podrían ofrecer herramientas a los niños y jóvenes para que cuenten con el conocimiento y la experiencia necesaria para dotar de valor y sentido su existencia a partir de la mediación que establecen con la tecnología y el entretenimiento.
Una educación hipermediática se hace fundamental para dotarles de una conciencia crítica que les permita resolver los grandes misterios de la existencia humana.
“Ser digital es poder crecer” predicaba Negroponte (p. 60). Tal cual, pareciera que los jóvenes han tomado como suya la sentencia anterior, pues son ahora ellos quienes han decidido tomar el control, buscando contenidos exactos a sus necesidades informativas para ver cuando ellos quieren y donde quieren. Basta ver el éxito de plataformas como YouTube, los blogs, el phonecast, el videocast, la televisión en demanda, el sistema TiVo, las tecnologías persona a persona como el BitTorrent, las producciones caseras y la publicación web, los videojuegos en línea, las comunidades virtuales, el consumo televisivo en espacios públicos y el consumo de Internet, de DVD’s y videojuegos durante los horarios de prime time que antes pertenecían a la televisión.
Esta traducción del mensaje del mundo digital se encarna de múltiples maneras, pero quizá la más interesante tiene que ver en cómo la sociedad de la mente de Marvin Minsky se construye por el comportamiento inteligente, el aprendizaje, el trabajo colectivo y el poder de la selectividad.
Los medios sociales, aparatos y soportes digitales permiten a la sociedad actual estar, como señala Giovanni Sartori (1998: 79): “informadísima de muchas cuestiones y a pesar de ello no comprenderlas”. Ese es el caso de las nuevas generaciones, que han tendido formas de relación muy interesante pero poco comprensible para ellos en el fondo.
La convergencia, la digitalización y la hibridación cultural/mediática, está interconectando códigos y maneras de comunicación. Por un lado descentraliza la información, pero por otro centraliza la incertidumbre y la inseguridad; por una vía su alcance se vuelve universal, pero en el fondo no permite alcanzar la propia existencia; su uso es cada vez más fácil, pero se vuelve más difícil compenetrar en las necesidades del otro; establece anchos y vastos rangos de horizontalidad entre usuarios activos y participativos, pero le cuesta diagramar rangos verticales con aspectos profundos y elevados como la espiritualidad, la ética y la moralidad.
Las tecnologías hipermediales, como el entretenimiento, tejen laberintos de sufrimiento, miedo y poca esperanza para quien se pierde en ellos. El ocio también debe permitir al hombre ser lo que se es y llegar así, a ser más hombre. Si el entretenimiento no ofrece un sentido de la vida, como pudiera, en principio hacerlo la interacción constante entre usuarios, se vuelve crítica la situación pues entonces se ha perdido el interés por lo humano y sólo importa el intercambio de información, más no el entretejido de la comunicación.
Comunicar nos permite ser en relación. El dinamismo que ofrecen las tecnologías de información no puede ser una ausencia significativa cargado de intenciones vacías. La comunicación que se establece con el entretenimiento debe también apuntar a convertirse en un diálogo íntimo; un encuentro con la propia naturaleza. Ese hablar sobre cosas, es un significarlas. Si la relación que establecemo con el mundo depende en gran mediad de las aproximaciones que hacemos vía el lenguaje y la comunicación, es fundamental no contaminar el ocio y el entretenimiento con el vacío. Si no queda lugar para el alma, para la finalidad y para la significación, lógicamente no puede haber interés por el hombre. Yo me entretengo, yo pienso, yo soy podría ser nuestra línea de interacción.
La proliferación de tecnologías hipermediáticas, la comercialización y globalización de los mercados mediáticos, la fragmentación de las audiencias masivas, la aparición de la interactividad, los medios sociales, el código abierto, también puede fragmentarse la individualización. Las nuevas generaciones que se muestran más abiertas, democráticas y conscientes del uso tecnológico y el consumo del entretenimiento, deben contar con las herramientas necesarias para poder autogestionar los deseos de expresión, descubrimiento y autodesarrollo impulsados por las tecnologías de información.
Si las generaciones cambian, si los modos de entretenimiento y sus niveles de penetración cambian, también deben cambiar nuestros modos de aproximación moral al problema. Debemos de cuidar que sean vistos sólo como mercado potencial, como un modo de ob-tener.
El entretenimiento, sin duda, no puede producir un cambio tan radical como planteamos por sí mismo, todo dependerá de cómo se use. Procuremos que el uso no pierda la mística natural que guardaba como medio para revitalizar la condición humana. La naturaleza cambiante de los textos mediáticos, aunque esté mutando, no debe perder de vista que su fin último es el hombre
Estamos aún en posibilidad de hacer eco entre los jóvenes para que se sensibilicen con la parte de verdad, belleza y bondad que sigue viva en las tecnologías de información y el mundo del entretenimiento.
David Buckingham nos recuerda: “Los medios constituyen en este momento un entramado de redes muy amplias de poder social, económico e institucional, y es vital que los jóvenes comprendan las formas complejas y a veces contradictorias que dichas redes tienen de actuar” (Buckingham, 2006: 67).
En esa dialéctica de adentro y afuera planteada por Giddens se eleva la esencia del hombre. Si logramos que el entretenimiento afine y desarrolle las innumerables cualidades espirituales y corporales de los miembros de la My Media Generation, haremos más humana la vida social. La dimensión antropológica del entretenimiento radica en que actúe de acuerdo con la naturaleza humana; que el hombre no pierda de vista que es un fin para sí mismo. Si el entretenimiento está tomando la esencia de la cultura: ser la forma espiritual de una sociedad, más nos vale que se exprese como un significado patente, como un desafía a la estructura natural que permita a los sujetos a hacer un frente visible a las murallas del vacío y la vida carente de significado. Comunicar y entretener deben ser sinónimos: utensilios para desplazarse por el mundo como seres históricos, trascendentes, libres inteligentes y realizados y no como tierra baldía; noche nublada que absorbe toda la luz del amanecer.

Referencias
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¿Y tú, qué escuchas en tu iPod?Del fenómeno de la moda a la democratización de la radio.


Delia Gómez Morales* Jorge Alberto Hidalgo Toledo**


Introducción
¿Qué es el iPod? ¿Un dispositivo de reproducción de archivos de MP3 o un fenómeno de comunicación que debe ser estudiado y asimilado en su forma, desplazamiento social y modo de ritualización? Esta investigación ofrece al lector un análisis de tipo sistémico semiológico que le permitirá entender los antecedentes históricos del MP3 y cómo llegó a constituirse en un parámetro de la industria musical digital; su evolución social y la conformación de una fuerte industria tecnológica. Asimismo se hace un análisis del iPod en su forma, sus usos, su significación social y las afectaciones que ha traído a la industria discográfica y a medios tradicionales como la radio y la televisión en su forma análoga y digital.
El iPod en menos de 4 años se ha convertido en un dispositivo fundamental –casi de primer orden- en la vida de los jóvenes de todo el planeta. Más de 30 millones de reproductores circulando por el mundo que se multiplican a razón de casi 2 millones más cada mes hablan de la importancia que debería tener el fenómeno para la comunidad académica. Su rápido crecimiento y su corta vida impiden hacer cuestionamientos éticos en función de sus implicaciones; no obstante, sus patrones de comportamiento, permiten aventurarnos a proponer usos positivos que determinen un uso que confiera un sentido más allá del simple entretenimiento.
Quien espera una simple profundización en función de la forma, la miniaturización, estilización, manejo y envoltura de la tecnología encontrará las claves del éxito de la empresa Apple computers, Quien busque algo más, hallará un intento por identificar la filosofía que se encuentra detrás de una nueva tecnología de información y más aún, las nuevas necesidades de las personas que la consumen.

El MP3: Su historia y antecedentes
En el verano de 1987, el ingeniero alemán Dieter Seitzer, desarrolló en la Universidad de Erlange (Alemania), en colaboración con el Fraunhofer Institute Integrierte Schaltungen un software de comprensión que denominó MPEG-1, Audio Layer 3, mejor conocido como MP3 y que tenía como principal objetivo reducir un archivo de audio a un décimo de su tamaño original. El software de fuente abierta desarrollado por Seitzer no cobró fuerza comercial hasta 1990, año en que los módems caseros permitieron la rápida descarga de datos, audio y video.
Ya en el año de 1998, el periodista y colaborador del New York Times, Jon Pareles comentaba sobre la convergencia de las tecnologías de grabación digital afirmando que el MP3 y su distribución “alterarían la manera en que se hace, se edita, se vende, se guarda y se valora la música” (Pareles, 1998) y muy pocos lo tomaron en serio.
Sin embargo, esa posibilidad de descargar de la red, de manera gratuita, música grabada fue lo que llevó al MP3 a rebasar el ranqueo que tenía la palabra “sexo” en 1999 dentro del buscador Google. El analista Vito Peraino, reportó en agosto de 1999, en la revista Wired, que tan sólo en los primeros seis meses del mismo año, más de 3,000 millones de archivos MP3 habían sido descargados a nivel mundial; lo que daba un promedio de 17 millones de archivos diarios (Peraino, 1999).
Gracias a esta tecnología, los usuarios podían grabar, poner su música en línea y distribuir o compartir sin necesidad de intermediarios; es decir, a partir de ahora, cualquier persona podría convertirse en productor cultural.


Las Jukebox
La liberación de la música de la industria discográfica fue posible en gran medida a que rápidamente surgieron softwares gratuitos como MusicMatch que permitían a los usuarios reproducir los MP3 “sin marca” que circulaban ilegalmente por la red. Desde mediados de la década de los noventa, paquetes como Liquid Audio, a2b, MS Audio y G2 permitieron convertir discos compactos caseros en archivos de computadora. Con ello, lo que había iniciado siendo una forma de compartir talento y recursos, pasó a convertirse en el gran dolor de cabeza de las compañías discográficas; pues el tema de la piratería, el pago de regalías y los derechos de autoría se convirtieron en el centro de atención de la reflexión ética mundial.
El éxito reportado por Google en 1999 está fuertemente ligado a tres hechos fundamentales: 1) la aparición de la compañía RealNetworks, que lanzó a la venta el famoso Jukebox; un programa gratuito que registrara según Joshua Quittner (1999), la descarga más rápida de la historia de Internet con 350,000 downloads en dos días y medio; 2) la introducción al mercado del reproductor portátil de MP3 desarrollado por Diamond Multimedia para liberar espacio en los discos duros de las computadoras personales; y 3) la creación de Napster por Shawn Fanning un joven universitario de 19 años que radicaba en Massachussets.
Para dimensionar el fenómeno provocado por esta convergencia entre software-internet-dispositivo hay que mencionar que más de diez millones de usuarios de Napster lo descargaron en sus primeros nueve meses de vida (Surowiecki, 2000).
Tal fue el impacto y amenaza por este fenómeno que en enero de 2000, la Asociación Estadounidense de la Industria Discográfica demandó a MP3.com; compañía que en aquellos días contaba con más de 80,000 discos en sus servidores y tuvo que pagar 100 millones de dólares a las disqueras a cambio del derecho a distribuir legalmente música.
Napster también fue demandada y pese al apoyo que tenía de Bertelsmann se fue a la bancarrota. Poco antes de su caída registraba más de 2,800 millones descargas al mes (Oppelaar, 2001) demostrando que bajar música de Internet representaba algo más que un robo o un intento por liberar la información de las industrias del poder, nos habla de un tipo de usuario cansado de pagar altos costos por material “de relleno”, ya que sí está dispuesto a pagar módicas cantidades pero sólo por la canción que desea y el extra que viene de regalo.


Los sitios aprobados y P2P
Napster y Mp3.com sentaron un precedente del fenómeno que giraba en torno a la descarga de música de la red. Esta nueva conducta del usuario fue identificada por cinco de las principales discográficas del planeta que aprovecharon el boom y lanzaron en 2002 tres sitios de descarga de música “aprobada”: pressplay.com (Sony, Universal), emusic.com (Universal) y musicnet.com (Warner, EMI, BMG). El servicio que ofrecen es por suscripción y el feed mensual les permite un determinado número de descargas que sólo pueden escucharse en el software que ellos mismos ofrecen.
Esta limitación que impide el compartir o transportar un archivo han bloqueado el éxito de esta fórmula de comercialización y distribución. Sin embargo, impulsaron a los sitios que permitían el intercambio de archivos de persona a persona (P2P) como Gnutella, Freenet, Limewire, Morpheus, BearShare y eDonkey y que eliminan a los servidores centralizados como fue el caso de Napster.
Fue en el mismo año 2002 que la asociación de disqueras demandó a los autores del software de fuente abierta P2P más exitoso: KaZaa. El efecto “derechos de autor-piratería” se agrava cada vez más, ampliando la distancia fraterna entre tecnología, producción, distribución y economía. Paradójicamente, la industria tendrá que buscar soluciones tecnológicas para contrarrestar el impacto económico que sufre en este terreno. Ya que no puede permitir perdidas por más de 4,200 millones de dólares al año por razón de piratería a consecuencia de los más de 6,000 millones de discos ilegales que se venden anualmente en el mundo.
Todos estos hechos han llevado a los desarrolladores y a las compañías a unirse y gestar una gran revolución cibernética en la que se estandaricen los procesos de producción, distribución y comercialización de contenidos, ofreciendo a los aficionados a la música archivos codificados a la más alta calidad, libres de virus y acompañados de ciertos beneficios por su adquisición legal. La integración uniplataforma es el antecedente directo del fenómeno que estaremos por registrar.



La revolución digital, la revolución iTunes
En la década de 1970, Apple Computers se sumó a la revolución digital aportando su
Computadora personal Apple II. En menos de diez años logró colocarse como una de las compañías más innovadoras, premiadas y reconocidas en el mundo de las tecnologías de información. Veinte años después, le da un nuevo giro al mundo de la comunicación, haciendo de ella, un estilo de vida.
Dicho giro inició cuando adquirió el programa SoundJam MP desarrollado por la firma Casady & Greene y lo sustituyera lanzando, el 9 de enero de 2001, la versión 1.0 de su software iTunes. Este software, permitió desde sus inicios la grabación, administración, reproducción y quemado de archivos de audio; así como sintonizar estaciones de radio por Internet.
Es con la versión 2.0 que pudo, en noviembre de 2001, sincronizar archivos con el reproductor iPod. En julio de 2002, Apple lanzó su edición 3.0 que permitía generar listas “inteligentes” de reproducción, descarga de audio-libros. Con el lanzamiento de la versión 4.0, el 28 de abril de 2003, se inauguró la posibilidad de intercambiar música, incluir portadas y unos meses después (octubre 16) se anunció la tienda virtual Music Store dedicada a la comercialización de música y audio-libros. La versión 4 incluyó muchas actualizaciones entre las que destacan: las listas iMix (4.5, abril 2004); el soporte a AirTunes (4.6, junio 2004); la posibilidad de almacenar imágenes compatibles con el iPod Photo (4.7, octubre 2004); el soporte para el iPod shuffle y la reproducción aleatoria (4.7.1, enero 2005); la visualización de video (4.8, mayo 2005); la descarga y sincronía de podcasts (4.9, junio 2005). La versión 5.0 (septiembre 2005) trajo consigo el poder del buscador spotlight y la integración total al sistema operativo Mac OS X 10.4. La edición 6.0, se lanzó un mes después incorporando el servicio de videopodcasting y la compra de videos musicales en la Music Store (octubre, 2005).
No cabe duda, Apple tiene una forma particular de entender el papel que juega la música y el entretenimiento en la vida de los jóvenes. Su lógica de desarrollo se centra en: la convergencia multimedia para llevar, la facilidad de uso, la sincronización con otros dispositivos, la transmisión de información y la automatización de todos los procesos. Los famosos extras son los que han distinguido a Mac desde sus inicios. Quizá el más exitoso fue el que se logró al integrar el software iTunes con el dispositivo móvil iPod.


El poder del iPod
A la firma otrora dirigida por Steve Jobs, no le bastó liderar el mercado de los ordenadores; ahora también lo hace en la industria musical y radiofónica. Ya en noviembre de 2001 supo que para apoderarse del mercado de los reproductores digitales era necesario construir una ecuación que permitiera: 1) multiplicar las virtudes del diseño industrial con los adelantos tecnológicos; 2) garantizar grandes volúmenes de almacenaje; 3) un software (iTunes) que provea, opere, controle, comercialice y distribuya música de manera legal; 4) una plataforma más abierta y completamente compatible con los usuarios de Windows; 5) contar con un hardware (su disco giratorio) que admita fácilmente navegar por sus incontables listas de canciones; 6) rapidez para transferir todas las canciones que tiene un usuario en su computadora personal; 7) calidad del sonido; 8) tratar de resolver la pregunta “¿qué experimenta el usuario al tener un iPod en sus manos?”; 9) llegar a los amantes de la música y no solamente a los usuarios de tecnología; y 10) una campaña de mercadotécnica perfectamente articulada en torno al culto a la marca para poder abastecer el casi 60 por ciento del mercado que afirma tener.
Tal ha sido el éxito de este innovador “aparatito” que el vicepresidente de marketing global de Apple, Phil Schiller afirmó: “El iPod es algo que al día de hoy significa tanto para Apple como el Mac” (Walker, 2003).
El iPod, en tan sólo 4 años se ha logrado convertir en un “most have”, un icono social; en el emblema mediático de los jóvenes del 2000 que han puesto en evidencia que la consigna mundial actual es: la estética es el negocio en un mundo donde hay que ser artistas del consumo.


El fenómeno de mercado
De acuerdo a la visión de Apple, la comunicación masiva debe estar, literalmente, en manos de todos. Artistas como Moby han dicho que “lo que más les choca del iPod es que su alta calidad, junto con su elegancia y lo lógico que es de usar hacen que se convierta en parte de tu vida muy rápido, olvidándote de cómo era todo antes” (Walter, 2003). Prueba de estas palabras es que en el último trimestre del año 2004, Apple, vendió 4.58 millones de reproductores iPod a nivel mundial, tres veces más que el número de computadoras vendidas en el mismo periodo (1.05 millones) y 616 por ciento más de iPods con respecto al mismo trimestre el año anterior (Martínez y Ruiz, 2005b). Esto les permitió tener ingresos por US 3.490 millones, 74 por ciento más que un año antes (EFE, 2005).
A inicios del año 2005, el consejero delegado de Apple, Steve Jobs, hablaba de más diez millones de audífonos blancos circulando por el mundo; el 31 de marzo de 2005 reportaban haber llegado a los 15 millones. Esa misma fecha anunció que su tienda en línea había vendido 430 millones de canciones que se habían descargado legalmente alrededor del mundo (Martínez y Ruiz, 2005). El 4 de agosto de 2005 los voceros de Apple anunciaron contar con más de 21 millones de iPods en el mundo. En el cuarto informe trimestral presentado el 11 de octubre de 2005, Apple anunció el embarque de 6,451,000 iPods lo que representó un incremento del 220 por ciento respecto al trimestre anterior; sus ingresos ascendieron a $13.93 billones de dólares lo que significa un crecimiento del 68% en ingresos anualizados y 384 por ciento de utilidad neta. 2005 ha sido el mejor año fiscal en la historia de Apple (Caballero, 2005b). Esa fecha se reportó el haber vendido más de 30 millones de iPods a nivel mundial.

La retórica del iPod (La Sintaxis)
Ahora bien, ¿a qué se debe este fenómeno? Desde la vinculación de la mercadotecnia con el mundo de las telecomunicaciones ha quedado claro que la tendencia global de consumo está ligada con la búsqueda de reforzadores visuales que establezcan puentes entre la fantasía y la realidad y que con ello se haga ver que cada persona es un ser único e irrepetible. Es decir, mientras por un lado el mercado intenta estandarizar y homogeneizar las modas, los individuos toman de cada firma lo que más les gusta y su bolsillo les permite y tratan de generar una imagen personal única. Esto ha dado pie a la creación de una iconósfera ecléctica, polireferencial, polisígnica y por ende, polisémica.
Mac es consciente de ello, por eso ha creado a manera de sintaxis, una gran variedad de dispositivos que se adaptan en forma, figura, tamaño, capacidad, color y precio, a cada necesidad. Es así como podemos encontrar desde el modelo iPod shuffle (que almacena en su versión de 512MB, 120 canciones y en la de 1GB, 240) hasta la edición especial iPod U2 (que no sólo se distingue por su carcasa negra y roja, su pantalla con 65,536 colores y su capacidad de almacenar 20GB de información que equivalen a 5000 canciones o 20,000 fotografías; sino que además incluye la firma de todos los miembros del grupo U2 y un vale por US$50 para adquirir el boxset de U2 que incluye las 400 canciones que conforman la historia discográfica del grupo), pasando por los famosos iPod mini (disponibles en versiones de 4GB y 6GB, en colores plata, verde, rosa y baby blue); el iPod Nano (existente en dos colores Banco y Negro, con capacidad de 2GB -500 canciones- y 4GB -1,000 canciones); el iPod Classic (Blanco de pantalla monocromática en versión de 20GB y 40GB); el iPod Photo (Blanco con pantalla a color y en versión de 20GB y 60GB); el iPod Video (Blanco en versión de 30GB y 60GB, con capacidad para almacenar hasta 15,000 canciones, 25,000 fotos y 150 horas de video) y el iPod Phone –Motorota ROKR- (Teléfono celular que almacena 100 canciones y su pantalla es a color). Los precios van desde los $99 hasta los $399 dólares. Tal es el impacto que ha logrado, que el semanario Newsweek le dedicó en julio su portada bajo el título Nación iPod.

La iconósfera del iPod
Además de las especificaciones técnicas, estéticas y formales, tenemos algunas otras características que han favorecido el éxito de la discoteca personal de bolsillo:
1. El combatir la piratería ofreciendo a los usuarios la posibilidad de bajar legalmente sus canciones preferidas por 99 centavos de dólar. El 18 de julio de 2005, iTunes Music Store vendió la canción número 500 millones a Amy Creer oriunda de Lafayette, Indiana.
2. La tienda tiene disponibles más de 2 millones de canciones de las principales casas discográficas y los más de 1,000 sellos independientes existentes en el mundo; 10,000 audiolibros, certificados de regalo, reseñas elaboradas por los más de 10 millones de suscriptores al boletín semanal; y las listas de recomendaciones de los artistas del momento.
3. El 12 de octubre de 2005, Apple liberó la versión 6.0 de iTunes que permitía la descarga de sus más de 2,000 videos musicales, los cortometrajes realizados por los estudios Pixar y los capítulos de la serie Lost y Desperate Housewives por tan sólo $1.99 dólares.
4. El que existan más de 1,000 accesorios y 700 productos fabricados especialmente para el iPod que van desde complementos como las cubiertas hasta bocinas y kits para el sistema de audio del auto. (Caballero, 2005)
5. Aplicaciones profesionales y estilo de vida digital incorporadas en la suite iLife, que permiten a través del programa GarageBand producir música y Podcasts.
6. La suscripción a los servicios de podcasting que permiten descargar y coleccionar episodios de programas de radio y transportarlos. El 28 de junio de 2005, junto con el lanzamiento del iTunes 4.9 se presentó la nueva generación de la radio: el podcasting (audio descargable, móvil y con metadata, es decir, imágenes a color, marcas para mostrar la discografía usada en la producción, datos como año de grabación, productor, autor, hipervínculos a páginas web, correos electrónicos personales y letras de las canciones usadas durante el programa). Dos días después del lanzamiento, Apple registró un millón de suscriptores y más de 6 mil podcasteros ofreciendo contenidos en todo el mundo.
7. El que los usuarios puedan descargar, almacenar y ver: programas de televisión, videos musicales, videos caseros producidos en iMovie, cortometrajes, videopodcast, fotos, escuchar audiolibros, música y programas de radio en formato podcasts; lo que lo pronto lo convertirá, según palabras de Steve Jobs en “el reproductor de video portátil más popular de la historia” (Schopflin, 2005)
El iPod, tal como lo mencionó Steve Jobs: “va a cambiar las reglas para el mercado entero de la música portable”.


Los rituales del consumo (La Semántica)
Apple ha logrado desarrollar con esta sintaxis particular un “ambiente audiovisual” que se proyecta como imagen fiel de la estructura social de la época: funcionalidad, movilidad, presencia imponente, imagen juvenil, elegancia y tecnofília que en su conjunto nos hablan de presencias y conductas perpetuamente simbolizadas.
Un iPod pasa a ser así, un símbolo de la personificación del tiempo, el espacio, los hábitos de vida y los modos de ritualizar las relaciones humanas. Todo en el iPod está dispuesto para significar: tamaño, forma, capacidad, color, funciones… Persona, software, hábitos de consumo y objeto están ligados. El iPod es un cómplice de la presencia de cada individuo; el vínculo afectivo se da por el efecto que produce en los otros cuando sirve como propaganda de la personalidad de cada usuario. El iPod, hoy día es icono social y monumento de una conducta asociada con la libertad y la autoconstrucción. Su posibilidad de símbolo abierto a la combinación de funciones da un hilo conductor a todas esas vidas fragmentadas que quieren proyectarse como singulares. Las especificaciones aparentemente técnicas son el marco de referencia de cada uno de sus portadores.
El “estilo” elegible en cada iPod, sin embargo, esclaviza al usuario a sus funciones y limitaciones técnicas, así como a la posibilidad de estar siempre a la cabeza de la carrera tecnológica. La posibilidad que tiene cada usuario de hacer combinaciones aparentemente infinitas le permiten crear una atmósfera de ensueño en las que los valores simbólicos y los de uso convergen en los valores de funcionalidad. El alma de cada iPod, en el fondo es la de cada portador. Cada dispositivo móvil es el signo de una personalidad “privilegiada”. Ver y oír, gracias al iPod nos ayuda a interpretar la irradiación interior de sus dueños pues son como: “un recipiente de interioridad que opera como equivalente simbólico del cuerpo humano, cuyo poderoso esquema orgánico se generaliza después en un esquema ideal de integración de las estructuras sociales” (Baudrillard, 1992: 27).
Los valores actuales apunta Baudrillard (p. 24), “ya no son de apropiación, ni de intimidad, sino de información, de invención, de control, de disponibilidad continua, con mensajes objetivos”. Hoy también los objetos comunican, son parte de un código de un sistema estructurado de relaciones.
Un iPod también es un discurso que deja de manifiesto los anhelos de los jóvenes; quizá muy pronto, a partir de este constante informar activamente al ambiente, también se construya cierta mitología en torno al dispositivo.
Intimidad, propiedad y asimilación se vislumbran detrás del poder ir “llenando” ese recipiente que se ha anexado a la vida de cada joven de manera única y personal.
Lo que pareciera únicamente un dispositivo funcional nos hace visible un universo de mensajes. Si retomáramos los conceptos establecidos por Román Gubern en su texto Del bisonte a la realidad virtual podríamos decir que la iconósfera del iPod: “puede ser entendida como un concepto socio-holístico: social, en lo que concierne al comportamiento de las audiencias, socializando la visión humana, sometida a una pedagogía diaria e incluso a una inculcación. Y holístico por las interacciones entre los diferentes medios, que generan efectos de influencia recíproca y de contaminación semiótica” (1999).
Un iPod es lenguaje, texto e imagen de una misma categoría supratextual con muchos planos de interpretación como los que señala Gubern (130-131):
a) Estatuto perceptual: manifiesto o latente según la codificación y qué tanto revela del individuo.
b) Proceso de tecnogénesis: según su estructura genética: analógica o digital, a la hora de producir, manipular, transmitir, almacenar y reproducir.
c) Dimensionalidad espacial: tanto en la forma del dispositivo como en las imágenes y sonidos que transmite.
d) Delimitación espacial: si está estático o móvil.
e) Representación de la temporalidad: cada cuándo se actualizan tanto el dispositivo como los archivos.
f) Naturaleza cromática: tanto del reproductor como de las imágenes mostradas.
g) Proceso de enunciación: si la selección musical fue individual o colectiva a través de un playlist descargable (acción monodireccional o interactiva); así como la autoría del archivo que se escucha.
h) Método de almacenamiento o de preservación: si es directa del CD, a través de la Mac Music Store o de una descarga ilegal de un sitio P2P.
i) Modalidad narratológica: si los archivos son descriptivos, narrativos, informativos o formativos.
j) Sincretismo semiótico: ya que el joven descarga textos audio-icónicos, verbo-incónicos, escripto-icónicos.
k) Segmentación: si son archivos únicos, articulados con otras herramientas como datos, imágenes o seriados como los podcasts.
l) Acceso social: archivos privados o públicos.
El iPod escribe plásticamente una parte de la fábula de la posmodernidad; su retórica es parte de un proceso de ritualización y cortejo que une cada vez más y de manera más intensa al sujeto con el objeto. Su poder va más allá de lo que se percibe a simple vista; la actitud ética con la que se contemple debe estar por encima de la forma y su dimensión semántica superflua; su emergencia ética debe apuntar no por lo que se ve a simple vista sino por lo que señala Ángel Quintana (2003: 47): “cómo el ser humano ha decidido construir y habitar su propio mundo”.


Influencia y efectos en la mediósfera (La Pragmática)
El pasado 28 de junio de 2005 Apple presentó al mundo lo que podría ser el futuro de la radio. En la ciudad de Cupertino, California, se anunciaba el servicio de Podcasting Mainstream, una aplicación que permite a los usuarios suscribirse y escuchar Podcast directamente en el software iTunes 4.9. El Podcast en palabras del propio Steve Jobs,”es la nueva generación de la radio, y los usuarios pueden ahora suscribirse a más de 3,000 podcast gratuitos y disponer de cada episodio automáticamente descargado vía Internet en su computadora y en su iPod” (Martínez y Ruiz, 2005). Apple está ofreciendo con este dispositivo la posibilidad de que los usuarios localicen fácilmente las estaciones de radio perfectamente ubicadas en un directorio digital, suscribirse a sus servicios, organizarlos dependiendo de su interés o fecha de emisión, escucharlo en su computadora o descargarlo en su computadora. Cada episodio, puede ir acompañado de imágenes a color, datos como el nombre del cantante, discografía y año de grabación, así como de enlace directo a la página web que le diseñó Mac en su tienda virtual para promoción y venta del disco.
Empresas de medios como ESPN, KCRW de Los Ángeles, Disney, ABC News, Catholic.net y Newsweek se encuentran sindicando contenidos a Mac y compitiendo, de manera increíble, con usuarios independientes y desconocidos que están ofertando sus producciones en el mismo servicio de iTunes. El 30 de junio de 2005, a dos días del lanzamiento de la versión 4.9 de iTunes, Apple registró la suscripción de más de un millón de servicios de Podcast
Esta competencia, es un fenómeno singular que pone de manifiesto que los usuarios de las nuevas tecnologías de información no sólo buscan ser el oído detrás del dispositivo sino también la voz que maquila ideas para otros.
Las tecnologías análogas crearon una generación infantil de lectores y escuchas que fueron educados para recibir; las tecnologías interactivas y digitales nos presentan un auditorio de jóvenes que tienen la necesidad de ser escuchados y leídos porque han sido alfabetizados inconscientemente para dar.
Las consecuencias directas que ha desencadenado el fenómeno del iPod tienen que ver directamente con los siguientes tópicos:
a) La piratería vs los contenidos legales. Quienes pensaban que la industria tenía la batalla perdida, han encontrado en el dispositivo de Mac una vía de salvación.
b) Derechos de autor vs el audio sin marca. A pesar de que los usuarios pueden ser sus propios productores y distribuidores, los principales contenidos siguen siendo los materiales de artistas reconocidos, lo que implicará cada vez más ajustar las leyes internacionales de derechos de autor.
c) La autoproducción y selección vs disqueras. Ya no es necesario un intermediario. Cada individuo puede contar con las herramientas necesarias para producir un sello independiente y distribuir su propio material como es el caso de la disquera Nuevosricos.com cuyos artistas se producen a sí mismos y usan la red y estos dispositivos para dar a conocer a sus artistas. Conforme aumenta la demanda del archivo generan un sencillo que se comercializa directamente en el sitio.
d) Audio en demanda vs streaming vs estaciones tradicionales. Las actuales estaciones de radio que utilizaban Internet sólo como acto de presencia tendrán que generar un lenguaje que permita al usuario distinguir la diferencia que existe del servicio que se ofrece en Internet del que opera en el mundo real. De igual forma las estaciones que generan servicios de livestreaming buscarán configurar una retórica particular para los archivos que dejen en demanda para que el usuario en verdad regrese a descargar el programa y no sólo se deba a una razón de uso horario.
e) Control del comercio en línea. Bajo este punto se ubican las políticas de mercadeo que tendrán que impulsar fuertemente las disqueras para que encuentren en las tiendas virtuales un aliado y no un competidor voraz. La pregunta detrás de todo esto será ¿qué me ofrece una disquera?
f) Escucho más veces lo poco que quiero escuchar. Cada usuario pagará y descargará solamente lo que desea realmente escuchar. Existen analistas que consideran que los usuarios poco a poco escucharán más veces lo mismo porque sólo eso es lo que quieren escuchar.
g) Democratización de la radio. El que cualquier persona pueda producir y transmitir un podcast habla de la necesidad urgente que existe en los individuos de comunicar, participar y ser escuchados. Esta cualidad no sólo los convierte en productores culturales sino que además los coloca en planos de igualdad con el resto de la industria, lo que permitiría una democratización del sector en la que la única regla de mercado estará apegada al poder de selectividad de cada escucha.
h) Autocontrol. Los jóvenes con estos dispositivos nos indican cuánto desean mantener el control de su tiempo, espacio y movilidad.
i) Producción colaborativa y transgeneracional. No importa la edad ni la ubicación física de los usuarios, entre ellos se puede dar tal tipo de interacción que pueden generar redes de interacción para compartir y producir información.


La Antropología iPodtera (En el corazón de la Generación M)
Un estudio reciente realizado en marzo de 2005 por la Universidad de Stanford, en Palo Alto, California dirigido por Donald F. Roberts en colaboración con Ulla G. Foehr y Victoria Rideout de la Kaiser Family Foundation reveló que la música desempeña un rol muy importante en la vida de los jóvenes. Según sus resultados, en promedio un joven norteamericano consume diariamente una hora 44 minutos (Roberts, 2005: 27).
En dicho estudio se reportaba que un joven entre los 8 y los 18 años escucha en promedio 55 minutos de radio y 49 en dispositivos Mp3 y que 68% por ciento al menos escucha más de 5 minutos y 18% más de una hora.

Medias de tiempo de exposición por Edad
Cuadro 1

Así mismo se dieron a la tarea de indagar los géneros más escuchados y los resultados fueron segmentados por segmento étnico-racial en tres categorías: Blancos-Norteamericanos, Afroamericanos y Latinos. Los porcentajes se puede apreciar de manera profunda en el Cuadro 2.

Preferencia por tipo de género musical
Cuadro 2

Estas cifras nos permitirías empezar a sentar las bases taxonómicas para la configuración de una antropología del iPod en la que se identifiquen tipos de usuarios, hábitos de consumo, usos, exposición y tipo de ipodósfera que están configurando.


La retórica del consumo. Ipodósfera Anáhuac
Teniendo en mente la comprensión de la ipodósfera actual se realizó un pequeño estudio para comparar las cifras reportadas por la Universidad de Stanford con una universidad mexicana. Con esta intención se desarrolló un cuestionario que permitiera medir el tiempo de uso, lugar, frecuencia y razón de compra del iPod. El instrumento se aplicó a jóvenes de la Universidad Anáhuac con un nivel socioeconómico: A/B+ y C+. De un universo de 7,200 alumnos de diversas licenciaturas se tomó una muestra probabilística simple aleatoria de 100 estudiantes, considerando un margen de error del 10 por ciento y con una confiabilidad del 90 por ciento. Los resultados fueron los siguientes:
1) ¿Qué tipo de iPod eres? 46% de los encuestados fueron hombres y 54% mujeres.
2) Edad. 2.61% tienen 17 años; 8.70% 18; 16.52%, 19; 24.35%, 20; 20% 21 años, 13.04, 22; 11.30%, 23; 0.87%, 24; y 2.61% 25 años.
3) Escolaridad. 3% se ubica en 1er Semestre; 6% en 2º; 8% en 3º; 11% en 4º; 14% en 5º; 17% en 6º; 19% en 7º ; y 22% en 8º.
4) Licenciatura. 1% Negocios y Actuaría; 2% Economía, Mercadotecnia y Comercio; 3% Administración; 4% Turismo; 5% Relaciones Internacionales; 6% Diseño; 8% Arquitectura; 9% Ingeniería; 10% Derecho; 12% Medicina; 13% Psicología; 22% Comunicación.
5) ¿Tienes iPod? 43% comentó que no; 57% Sí.
6) Las razones por las cuales no tiene: 70% por el costo y falta de recursos; 30% otros.
7) ¿Qué modelo tienes? 41.54% iPod mini; 38.46% iPod Shuffle; 20% iPod Classic 20-40GB; 6% iPod-U2 SE.
8) ¿Para qué usas el iPod?: 56% para escuchar música; 34% para guardar información; 5% como agenda electrónica; 3% para almacenar imágenes; 1% para descargar estaciones de radio; y 1% para otros.
9) ¿En dónde lo usas?: 42% en la universidad; 11% en reuniones; 10% en la casa; 10% con amigos; 8% en el coche; 6% en momentos de espera; 6% al hacer ejercicio; 6% en clase; 1% en otros lugares.
10) ¿Por qué lo compraste?: 60% entretenimiento; 19% por gusto a la música; 13% por necesidad; 4% por moda; 3% porque me lo regalaron; 1% aficionado a la tecnología; 0% porque lo tienen mis amigos; 0% otros.
11) ¿Cuánto tiempo usas el iPod al día? 3% de 4 a 5hrs; 6% de 3 a 4 horas; 44% de 1 a 2 horas; 12% de 30 a 60 minutos.


Conclusiones
El iPod se ha convertido en un fenómeno mediático que va más allá de la descarga y transportación de archivos MP3. Hoy día es un “most have” que comunica rituales simbólicos de vida. Su sintaxis se construye en la forma, el color, el tamaño y la capacidad de almacenaje. Todas estas características construyen una retórica y una iconósfera que en su conjunto nos permite adentrarnos en las preocupaciones, actividades y formas semánticas de los jóvenes actuales.
El iPod en sí mismo es un discurso, una forma de proyección social. No obstante, ni el objeto ni su uso es en sí mismo el mensaje.
Nociones como “a su gusto”, “ a la medida” y “personalización” son coartadas simbólicas de una nueva civilización tecnofílica que utiliza los objetos como recipientes de interioridad y a partir de ello construye sistemas “trascendentes” de relaciones. Basta ver la publicidad de Apple que cuestiona “¿Qué tipo de iPod eres tú?”, “Disfruta la incertidumbre” o “Bienvenido a una vida de lo menos ordinaria”.
La evolución económica y el desplazamiento de la industria del iPod nos permitió encontrar identificadores y patrones de consumo que van más allá del objeto y el ambiente y que se vuelven fundamentalmente antropológicos.
Los sitios y modos de ritualización podrían llevarnos a un cuestionamiento ético; no obstante, aún es muy pronto como para medir las implicaciones, el impacto o la afectación que podría sufrir algún usuario con el uso o abuso de esta tecnología. Aún así, se puede afirmar que el dominio de esta tecnología y su pronta aceptación en el mercado debería llevar a la comunidad académica más que a pontificar o satanizarla, a comprender su retórica, sus patrones de consumo y aprovecharlos de manera positiva.
Un uso adecuado podría hacer que este fenómeno tecnológico-social sea asimilado por la industria y la academia con fines benéficos para el mejoramiento de la educación y la distribución de mejores contenidos mediáticos. Por ejemplo, portales como Catholic.net se encuentran actualmente desarrollando podcasts y videopodcast con fines formativos, axiológicos y evangelizadores; Aula24horas.com ha desarrollado todo un plan educativo para que se distribuyan audiolibros vía podcast como complemento a los cursos que imparten en cientos de colegios; Radio Anahuac pretende sindicar sus contenidos radiales vía podcast a todos los portales miembros de la Red de Universidades Anáhuac para unir a la comunidad estudiantil y ofrecer mensajes orientadores y esperanzadores a los futuros profesionistas; Eduexperts.com tiene todo un proyecto de e-learning que integre estas tecnologías de bajo costo para sus sistemas de formación en línea.
Educación, formación y distribución de contenidos de calidad a través de una tecnología exitosa ponen de manifiesto que no hay medio bueno o malo sino que depende del uso que se le dé.
Con este principio en mente deberían trabajar los investigadores para desarrollar una retórica particular para que los contenidos que se transmitan cumplan con un fin pedagógico y moralizador que siempre eleve la dignidad humana, una a las personas, las haga más conscientes de las problemáticas de su entorno y ofrezca vías de solución para la conformación de una comunidad de personas más justa, positiva y solidaria. La tecnología puede ser una gran herramienta para conformar extensas y profundas redes de colaboración siempre que no pierda de vista que lo más importante detrás de ella es la persona que la utiliza.

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* Investigadora Adscrita al Centro de Investigación para la Comunicación Aplicada (CICA), de la Escuela de Comunicación de la Universidad Anáhuac
** Investigador Titular del Centro de Investigación para la Comunicación Aplicada (CICA), de la Escuela de Comunicación de la Universidad Anáhuac