lunes, junio 11, 2007

La batalla por la televisión bajo demanda


Por Jorge Hidalgo

Itunes (Apple) y Unbox (Amazon.com) han iniciado su batalla contra TIVo por asumir el liderazgo del cine y la televisión bajo demanda. De un tiempo para acá, es fácil ver el desarrollo de ambas compañías por mejorar sus plataformas de descargas así como los dispositivos anexos (set-top boxes) que proveen al usuario final para que pueda descargar desde la red cualquier cinta o serie que desee.

Por tan sólo $299 dólares, Apple ha lanzado su unidad de Apple iTV con una capacidad de 40GB que permiten almacenar mas de 50 horas de video. Y por si uno no tuviera llena, por cien dólares más puede tener 120 GB más de capacidad lo que permite descargar hasta 200 horas de cine. Entre las firmas que respaldan a Mac encontramos a Disney, Lionsgate y MGM. La descarga de películas vía iTunes en su versión plus, lanzada hace unos días, tiene un costo que va de los $9.99 a los $14.99 dólares mientras que tener algún capítulo de sus más de 350 series de televisión no rebasa los $2 dólares.

El soporte wireless del Apple TV, así como la calidad casi DVD hacen del dispositivo una joya que no hay que perder de vista. Tan sólo imaginen que al igual que el Ipod, ahora ustedes pueden enviar la señal de su computadora a su televisor y ver cintas, series e incluso, los videos de YouTube que estarán por ofrecer a mediados de junio. Para quien posee un buen ancho de banda, descargar una película o una serie irá de los 45 minutos a las 3 horas; tiempo considerable si contamos que la calidad será digital con alta definición y sonido surround. Además, l ventaja de esto es que a cada archivo se le anexa metadata que permite al usuario final tener anexo, información complementaria, imágenes, URL a sitios oficiales, y datos como las canciones o películas favoritas de los protagonistas con posibilidad de compra y descarga vía iTunes.


Amazon no se quiso quedar fuera de la jugada y hace unos meses lanzó su servicio Unbox que opera ya sea con una computadora y el set-top box de TiVo en su Serie2 ($250 dólares) la Serie3 ($800) y el pago de la suscripción mensual que va de los $12.95 a los $16.95 dólares dependiendo del plan mensual. ¡Ah! y por si fuera poco, del ancho de banda necesario para establecer conexión y compra.

El servicio que ofrecen es en dos modalidades: Renta con un costo de $3,99 por 24 horas y Compara por $14.99. Las series se rentan a $1.99 dólares.

El TiVo también soporta la conección wireless y el poder descargar videos desde CNet, iVillage y TasteTV si se cuenta con la suscripción al plan básico mensual. La descarga de las cintas empieza una hora antes de su emisión o 30 minutos antes en el caso de las series. La calidad es la misma que ofrece la descarga y compresión tradicional de TiVo.

La experiencia Mac del Apple TV o el Amazon Unbox en sociedad con TiVo, sin duda serán muy diferentes a lo que pensamos y conocemos; imaginen las posibilidades que se abren para empresas como Blockbuster quien sin duda podrá ahorrar millones de dólares para ofrecer su catálogo en línea sin necesidad de contar con sucursales físicas donde muy probablemente esté rentada la única película que se te ocurrió ver el fin de semana. O lo que representará para productoras independientes cuya capacidad de distribución no es tan amplia como las que se encuentran en el mainstreem. No se diga el caso para un Televisa o TvAzteca que empezarán a colocar su programación a disposición del consumidor para que compre sus telenovelas o programas clásicos...

Estas serían posibilidades para empresas mediáticas tradicionales que brincan a la lógica de la era de la participación.

La gran transformación será quizá en la experiencia de recepción, pues ahora el usuario verá cuando quiera, donde quiera y como quiera sus programas, cintas y series, pero con varias variables: 1) empezará a pagar por ver lo que minutos antes o después estará en televisión abierta o en su proveedor de cable; 2) desarrollará su propia programación -bajo demanda- para ser vista cuando el quiera; 3) estaremos ante el fin del prime time; 4) el usuario no estará dispuesto a ver publicidad en estos medios, así que los anunciantes tendrán que desarrollar formas más sutiles y agresivas de impactarle; 5) guionistas y productores habrán de modificar sus narrativas y lenguajes para aprovechar las posibilidades del metadata; 6) las productores, más que las televisoras, habrán de invertir fuertes cantidades en planes de mercadeo y promoción para estimular la lealtad a sus marcas y producciones en un medio hiperfragmentado y con microaudiencias; 6) el usuario habrá de acostumbrarse a los modelos de micropagos para hacer uso legal los contenidos que antes creía ver completamente gratis y subsidiados por la publicidad.

Muchos son los retos que presentan estas innovaciones en el ámbito de la televisión, la música y el cine. Veamos cómo cambia ahora el panorama en los modos de recepción y en los posibles efectos que tendrá toda esta revolución en la cultura.

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